Juan 13, 1-15 “Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan”.
El ejemplo de Jesús ante la humanidad.
Este Jueves Santo con todo el amor en su corazón, humildemente Jesus lavó los pies de sus discípulos, y nos dejó un gran ejemplo de amor, para que nosotros hagamos lo que él ha hecho. ¡Sí!, Para que con humildad nosotros también tratemos con amor a los demás. Pero ¿Cómo?, podemos empezar brindando nuestra ayuda a los demás, siendo serviciales a aquellos que están al rededor nuestro.
Jesús, humilde, amoroso, y lleno de piedad limpió nuestros pecados en ese gesto de lavar nuestros pies. Y nos enseñó que no debemos sentirnos más que los demás, que todos tenemos la capacidad de ser como él, de entregar nuestra vida por amor.
Cuando Jesús dice: “para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan”, se refiere a nuestra manera de amar. Jesús va acercándose a su calvario, en pocos días vamos a vivir su Pasión y vamos a sufrir con él, vamos a sentir el dolor de María, su madre a quién nos dejó como madre nuestra. Va a entregarse sin objetar a subir a esa cruz, donde nos dice que nos ama, donde pide por nosotros, donde nos invita a creer en su palabra, palabra de amor.
Este Jueves Santo, vamos a sentir el amor de Jesús como si fuéramos esos apóstoles a quienes lavó los pies; vamos a recibirlo en nuestros brazos, como hizo María, para llenarnos de fe, para creer en él, para saber que fue en una cruz donde se perdonaron nuestros pecados. Vamos uniéndonos a la vida que merecemos como hijos de un Rey, donde podemos alcanzar la plenitud del amor con el ejemplo de este Hombre que vino a dar su vida por ti y por mi.
Propósito de hoy: Padre mío, dame la gracia de tu amor para poder crecer digno de ti y poder hacer por otros, lo que hizo tu Hijo Jesucristo por mi.