Mateo 7, 7-12 “Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca, se le abre”.
¡Quiero pedirte, Padre!, ¡Quiero buscarte, Padre! y ¡Quiero sobre todo tocar tu corazón, Padre de amor!
Tú y yo, y los demás ¡necesitamos de Dios! Y ciego es aquel que cree que todo lo puede lograr por sí mismo, que
es el dueño de su vida, que con o sin el amor de Dios va a obtener los mismos resultados.
Cuando le pedimos a Dios que nos ayude, o a Jesucristo que nos sane, nuestra fe se activa y aumenta porque estamos entregando nuestro dolor a cambio de consuelo para nuestra alma. Y es ahí cuando encontramos el amor de Dios, en su misericordia, en la manera de darnos paz para sanar nuestra pena. Jesús toca nuestro corazón con su amor, con su entrega en la cruz y es cuando nos damos cuenta que sin él no somos mas que palabras vacías y un corazón endurecido.
No podemos caminar sin agradecerle a Dios por las bondades con que dirige nuestra vida, por los dones y talentos que hemos recibido y que ponemos en práctica para el bien común, para ayudar al otro y para servir con amor a quien camina a nuestro lado.
Darle gracias a Dios por curar nuestras heridas y por escuchar nuestras súplicas se tiene que convertir en una práctica diaria y continua. Que no olvidemos dar testimonio de lo que somos y recibimos de las manos del Padre.
Pide, para que recibas; busca, para que encuentres y toca para que abran la puerta. Y no es nadie mas que Jesucristo, quien abrirá esa puerta donde lo estamos esperando; es él quien nos busca todos los días para que demos testimonio de fe, de que creemos en su Palabra, de que sabemos que es el Hijo de Dios. Sin olvidar que cuando tocamos esa puerta, lo que tocamos es el corazón de Dios y nos damos cuenta, de que, con su Palabra de vida eterna salimos adelante y formamos nuestra escala de valores. De esos valores que nos llevan a vivir en paz con nosotros mismos y con nuestros hermanos del camino.
Propósito de hoy: Padre, que al buscarte: te encuentre; que al pedirte, sea digno de recibir y que al tocar la puerta de tu corazón, la abras para poder recibir todo el amor que tienes para mi.