14 DE DICIEMBRE: TU LLEGADA ME INVITA A PERDONAR.

Mateo 17, 10-13 “El Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos”.

Jesucristo nos sigue recordando de su pasión y muerte, y nosotros lo seguimos escuchando sin entender.

En este Evangelio de Mateo, nos anuncia de la venida de Elias y a la vez, nos dice que igual y ya vino y ni cuenta nos dimos. Los discípulos piensan que Jesús está hablando de Juan el Bautista, porque tal vez tampoco entienden eso de que Elias va a venir a poner todo en orden.

En realidad ¡Qué difícil es que creamos lo que otros nos dicen! Además ¿ Quién se acerca a decirnos que va a padecer, a sufrir y a morir a manos de nosotros mismos? ¿Quién nos habla con tanta certeza? Y ¿por qué vamos a creer lo que dice?, ¿verdad?

Solo Jesús que cree en la Palabra de Dios y jamás la cuestiona; que la acepta y se somete a la voluntad del Padre. No imagino que nosotros aceptemos que Dios nos diga que vamos a morir injustamente y que nosotros sigamos el camino que nos señala en silencio, pero con la cabeza en alto, sanando el corazón de los demás y curando heridas. Solo Jesús.

Tenemos un camino que recorrer de la mano de Dios y podemos dar testimonio de fe al hablar de él, de Jesucristo, de su Palabra de salvación; imitando al Hijo del hombre en la compasión que nos tiene, en la misericordia y en el amor que aún sabiendo que va a morir, no se detiene a castigarnos ni a reprocharnos cuando nos alejamos de él. Jesús es paciente, nos entiende y nos espera con ilusión porque sabe que un día vamos a lograr creer en su Palabra de vida eterna.

Que este tiempo de Adviento, nos prepare a recibir la paz de Dios, que sea momento de reconciliación con nuestros hermanos y que la oración nos lleve a aumentar nuestra fe para así poder caminar de la mano de Dios en el perdón. Vamos acercándonos a aquella persona que lastimamos para pedirle que acepte nuestro amor y poder retomar el camino juntos hacia la Casa de Dios.

Propósito de hoy: Preparo mi corazón para recibir la luz de Dios y para estar libre de dolor porque hoy entendí que para recibir la llegada del Niño Dios debo estar en armonía con los demás y así encontrar la paz que me da el perdón.