29 DE NOVIEMBRE: NO PERMITAS QUE DUDE DE TU PALABRA.

Lucas  21, 29-33 “Mis palabras no dejarán de cumplirse”.

La Palabra de Dios está siempre vigente, es actual, no pasa de moda.

¿Te has fijado que cuando lees un pasaje de la Biblia, parece que está sucediendo en este momento?

Es porque la Palabra de Dios ¡Nunca muere!

Vivir en el amor de Dios es comprender que con ese amor estamos protegidos, no hay nada que nos debilite. Somos capaces de todo, de desarrollar nuestros dones y virtudes al máximo y de entender que somos hijos de un Rey. Por consiguiente estamos llamados a tener un corazón puro, amoroso, ardiente en la sabiduría de Dios.

Las promesas de nuestro Señor Jesucristo nunca caducan, están al día y es por nuestra voluntad que podemos aceptarlas. Jesús nunca nos deja solos, jamás nos abandona. ¿Lo has pensado?

Cuando tú le pediste algo y en ese momento él no te respondió ¿Qué hiciste?, ¿Esperaste? O le diste la espalda cuando según tú, no te respondió…te digo lo siguiente: Dios siempre responde, y somos nosotros los que no sabemos escuchar. Jesús responde siempre, porque su Palabra siempre se cumple. Nos corresponde saber escuchar…

Vamos entendiendo que Dios cumple todo el tiempo y que si no lo escuchamos, es porque nuestro ego no nos permite aceptar su Palabra de vida eterna.

Propósito de hoy: Quiero siempre entender tu Palabra de vida eterna.