17 DE NOVIEMBRE: ENCUENTRO RESPUESTAS EN TU PALABRA DE AMOR.

Marcos  13, 24-32  ”Mis palabras no dejarán de cumplirse”.

Las palabras del Hijo de Dios no dejarán de cumplirse jamás, porque son palabras de vida eterna, son verdad, son el camino y la vida, como lo es Jesucristo.

Puede ser que nosotros no cumplamos nuestra palabra, o que a los demás se les olviden sus promesas, pero Jesús nunca deja de cumplir su palabra y siempre recuerda sus promesas.

En el camino de nuestra vida, lo ideal es que todos quisiéramos seguir los pasos de Jesucristo. Él fue un hijo obediente y amoroso con José y María. Y por lo que nos narra la Biblia fue un amigo fiel y un maestro incansable, que repitió siempre la misma historia y que esa historia no es otra, mas que la del amor de Dios. Es por medio de su humanidad, que nosotros podemos sentir que somos hechos a imagen de Jesús, porque al encarnarse pudimos verlo reír y llorar; aprendimos que la bondad y la caridad son el camino hacia la eternidad. En Jesús nos encontramos a nosotros mismos en el dolor, en el sufrimiento y también en la alegría de poder compartir lo que tenemos con los demás. Es Jesús es el que nos enseña que cuando hay una gran tormenta, debemos confiar. Es su mano la que nos sostiene y nos levanta y cuando solo vemos dos pisadas en el camino, es que él nos lleva en sus brazos para sanar nuestro pesar y curar nuestras heridas con su amor.

Hay promesas que no podemos cumplir, tal vez porque cambiamos de opinión, o porque nos hemos cansado de esperar respuestas de parte de los demás y preferimos romper nuestra palabra y seguir el camino, como si jamás nos hubiéramos comprometido. No estamos dispuestos a sacrificarnos o simplemente ya nos agotamos de dar, de servir, de ayudar. Nosotros como hijos de Dios, debemos ser el ejemplo que da testimonio de su amor, cuando actuamos como Jesús.

Él siempre se queda, está ahí en la espera y nunca se cansa. Su compromiso de amarnos no se ve cuestionado o condicionado; él sigue presente, cumpliendo sus promesas aun cuando nos alejamos de él, o cuando vamos buscando respuestas en placeres momentáneos que solo crean un abismo entre ambos. Jesús, es ejemplo de amor y quiere que hagamos como él, sí, que encontremos respuestas en Dios Padre, porque  las vamos a encontrar en la verdad de su Palabra.

Vamos entregándonos a escuchar y a seguir la Palabra que nos da vida, imitando a Jesucristo para lograr nuestros propósitos sin olvidar que ese propósito encierra nuestra felicidad y la manera en que vivimos el don del amor.

Propósito de hoy: Ayúdame Padre, a cumplir siempre mi palabra.