12 DE OCTUBRE: TE ESCUCHO Y ACTÚO EN BENEFICIO DE TODOS.

Lucas 11, 27-28 “Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”.

En este Evangelio de Lucas, corto y preciso, Jesús nos recuerda que escuchar la Palabra de Dios es una cosa y ponerla en práctica es otra. Y nos llama dichosos a todos aquellos que procuramos escuchar y actuar.

¿Cuál es tu reacción cuando vas a misa y escuchas el Evangelio?, ¿Haces algo que vaya de acuerdo a lo que escuchaste o simplemente lo escuchas y sigues tu vida igual? Uno de los misterios de Dios, es que cada vez que oímos su Palabra de amor, de vida y de compasión, algo se mueve en nosotros; nos despertamos, nos hacemos conscientes de la verdad que hay cuando Jesús predica, cuando los Evangelios nos narran la historia de amor entre él y nosotros y eso nos motiva a reaccionar y es cuando actuamos para bien.

Perdonar, escuchar, amar son muy buenas cualidades que podemos desarrollar al conocer más a Dios. Y es que, toda acción positiva que hacemos, como seguir los Mandamientos de la Ley de Dios, tienen como función primordial acercarnos al amor infinito de Jesucristo. De igual manera que, al dar testimonio de fe por medio de nuestras acciones de caridad, que van dirigidas al servicio de nuestros hermanos, nos hace sentir que escuchamos la Palabra de Dios y que la pusimos en práctica.

Nunca nos olvidemos de rezar. Es la mejor manera de oír a Jesús.

Una acción importante en nuestra vida, es saber agradecer, pedirle a Dios y también agradecerle. A veces no se cumple lo que le pedimos en el instante que se lo pedimos, porque Dios hace sus obras y sus milagros cuando es el momento preciso; nunca nos abandona y solo nos pide a cambio nuestra gratitud, que lo podamos reconocer y que actuemos a favor del más débil, del pobre de espíritu, del que se siente solo, del que tiene hambre de Dios. Que queramos compartir su Palabra con nuestros amigos y familiares, y que, nos acerquemos más a él en la reconciliación , en el perdón y en la Eucaristía.

Escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica es la mejor manera de vivir nuestra vida para dar fruto abundante de amor.

Propósito de hoy: Padre, que mis oídos jamás se cansen de escuchar tu palabra para poder compartirla con los demás.