1 DE OCTUBRE: JESÚS DAME TU FORTALEZA PARA CREER EN DIOS.

Lucas 9, 51-56 “Cuando ya se acercaba el tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén”

La disposición en la mente de Jesucristo de dirigirse hacia su propia muerte como estaba ya escrito en su destino, nos deja con un sentimiento de tristeza, pero a la vez reconocemos en Jesús la fortaleza que tiene en su Padre, gracias a su fe. Jesús confía y sabe que él es el sacrificio por la humanidad. Sí, por ti y por mi.

Te imaginas a ti, alistándote para ir al lugar donde sabes que van a crucificarte y que además de ser una injusticia, te van a matar porque hablas un idioma que a veces se nos olvida; el idioma de la paz, de la compasión, de la bondad, del amor. ¿Cómo hemos sido capaces de deshacernos de alguien físicamente, porque su humildad nos da miedo? Y la respuesta nos la da el mismo Jesucristo, cuando resucita y nos vuelve a hablar de amor y de perdón. ¡Dios nos perdona!, Jesús se lo pide en la cruz y su Padre Santo, Dios mismo nos da otra oportunidad, nos regresa a su Hijo para que pudiéramos aprender que con el amor de Dios, podemos lograr todos nuestros objetivos, y es que, ese amor, nos trae la paz y nos permite la capacidad de tomar buenas decisiones.

La fortaleza de Jesús, también la tenemos nosotros, aunque no la conocemos bien porque nos falta conocerlo más a él. Y la mejor manera de hacerlo está en la oración, ¿sabes orar? No pasa nada si no sabes, porque cada día tienes una nueva vida, una nueva oportunidad de hacer cambios favorables a tu rutina diaria y hoy podemos juntos empezar a pedirle a Jesús que nos enseñe a rezar. Es él quien nos dijo cómo rezar el Padre Nuestro, porque así lo hacía él y nos enseñó en la cruz, que el perdón es lo que nos salva y es en el perdón, que somos reconocidos como hijos de Dios, es cuando damos testimonio de nuestra fe.

Y tú ¿Cómo andas en tu capacidad de perdonar?

Propósito de hoy: Jesús mío, enséñame a orar para aumentar mi fe y se testigo fiel de tu amor, de que creo en ti y de que puedo aprender a perdonar.