7 DE SEPTIEMBRE: UN CORAZÓN SENSIBLE, NOS LLEVA AL SERVICIO.

Lucas 6, 1-5 “El Hijo del hombre, también es dueño del sábado”.

Los fariseos, que eran un grupo o un movimientos político social y religioso judío, siempre estaban atentos a todo lo que hacía y decía Jesús. Le debaten de nuevo, el por qué sus discípulos arrancaban espigas al pasar para comérselas cuando era un día sábado que según la ley, está prohibido. Jesús les habla de humanidad, de saciar el hambre, de misericordia y les reclama que él es también dueño del sábado, a modo de decir que la ley no es más importante que las necesidades de los demás. Y esto nos invita a analizar nuestras acciones, a pensar si omitimos hacer el bien, para seguir alguna ley que deshonra la humildad del ser humano.

¿Qué tan dispuestos estamos a ser como Jesús?

Ante toda circunstancia Jesús ha venido a servirnos a todos, recordemos cuántas veces expulsó demonios, sanó a los enfermos, purifico el alma de aquellos abandonados; él siempre ha trabajado para nosotros, sacrificó su vida y ahí en la cruz, le pidió a Su Padre que nos perdonara y nos dió el privilegio de tener a María, su Santa madre como madre nuestra. Jesús es una presencia de bondad en nuestra vida y no nos pide mucho, sino lo que nosotros podamos dar según nuestras capacidades. Él quiere que no nos olvidemos de amar.

No seamos como los fariseos, que están listos para juzgar y condenar, que no escuchan razones y que creen que son dueños de la verdad absoluta. Y esa verdad, solo la posee Dios Padre, nuestro creador. Seamos una imitación de Jesucristo. Vivamos la humildad que nos ha enseñado, tengamos misericordia y dejemos que otros nos ayuden si es necesario, porque solos no podemos con la carga que nos hemos impuesto cada uno; aprendamos a confiar en Dios, a seguir a Jesús, a dejarlo ser parte de nuestra vida reconociendo que es con su amor, que vamos a poder salir adelante y fortalecernos en la fe.

Propósito de hoy: Que tu Palabra sea mi luz, para que me guíe hacia el camino de la humildad y la entrega, para tener un corazón dispuesto al servicio de mis hermanos.