5 DE SEPTIEMBRE: TE SIGO EN EL AMOR.

Lucas 5, 1-11 “Desde ahora, serás pescador de hombres”.

Al mostrarse ante Jesús como un pecador, Simón recibe el llamado a ser pescador de hombres y al igual que sus compañeros, recibe una misión muy importante, que es la de evangelizar al mundo entero.

La confianza que los pescadores tienen en Jesus, cuando les dice “Lleven su barca mar a dentro y echen sus redes para pescar” es una muestra de fe. Ellos confían.

Su respuesta es seguir a Jesús y remar mar a dentro con su amor. ¿Has tenido una experiencia similar? ¿En alguna ocasión has sentido el llamado de Jesús a dejarlo todo para seguirlo?

Hay muchas maneras de seguir a Jesús, la más común es la vida religiosa, sin embargo, esa no es la única manera en que todos podemos seguir el llamado del Hijo de Dios. Cuando decidimos hacer algo en el camino de nuestra vida, y entregamos todo a hacerlo bien, sin olvidarnos que, los valores morales que nos identifican, deben enfocarse al bien común y al servicio a los demás, nuestra vida no pasa en vano, porque vamos siguiendo a Jesús.

Cuando ese propósito que tenemos lo desempeñamos al descubrir nuestros dones y virtudes y damos nuestro tiempo para ayudar a otros, a vestir al que está desnudo y darle de comer al que tiene hambre, junto con las demás obras de misericordia, nuestra vida va siguiendo los pasos de Jesús. Y lo que jamás debemos olvidar es que al hacer el bien nos acercamos más a Dios, al vivir la Eucaristía como alimento del alma, al rezar y hablar con Dios y al poner en práctica eso que aprendimos de Jesucristo…el perdón. Al hacer bien lo que nos corresponde hacer, ahí donde estamos, como padres, o hermanos, como profesionistas, o amigos, como consejeros o religiosos, estamos siguiendo a Jesús, porque nos esforzamos en dar fruto abundante.

No tengamos miedo a ser pescadores de hombres, a fortalecer nuestra fe en la oración, y a compartir el amor de Dios con los demás, que la recompensa será, la vida eterna.

Propósito de hoy: Quiero seguirte, Jesús, en el perdón, en la misericordia, en la bondad, en la compasión y principalmente en el amor.