15 DE JULIO: TE AMO CON TODO MI CORAZÓN.

Mateo 10, 34-11 “El que ama a su padre o a su madre más que a mi, no es digno de mi.”

El Evangelio de Mateo nos trae una enseñanza de Jesucristo que de entrada, nos causa un poco de conmoción. Desde pequeños el primer amor con que nos encontramos, palpable, fisicamente es aquel de nuestros padres; por consiguiente es el primer y más grande amor que podemos sentir. Y entonces, ¿Cómo es que Jesús nos dice que no seremos dignos de Dios si amamos más a nuestros padres?

Hay que comprender que en el camino de nuestro crecimiento, vamos conociendo a Dios nuestro creador, quien nos ama desde el día uno. Pero, a veces no lo conocemos hasta más tarde en muestra vida. Tal vez en el sacramentos de la reconciliación, o en la Eucaristía, o en el matrimonio, inclusive muchas personas lo llegan a conocer en la unción de los enfermos. Es el fervor con que aprendemos las cosas de Dios, que aprendemos a amarlo, y puede ser, poco a poco o de un golpe. ¿Cuál sería tu historia de amor con Dios? ¿Lo has pensado? ¿ En qué momento consciente recuerdas empezar a amarlo?

Regresando a la afirmación de Jesucristo…la respuesta es que al amar a Dios antes que a nadie más, estamos llenando nuestro corazón, nuestras acciones y nuestra vida con su paz sanadora, con su verdad de vida eterna. Nos llenamos con su luz para orientar nuestras decisiones, con su poder de salvación y por supuesto que con su amor infinito. Y es por ese amor, que nos llena la vida, que nosotros tenemos la capacidad de amar y de entregarnos por los demás.

Amar a Dios por sobre todas las cosas, como nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”, nos hace que en la práctica de nuestro amor, renazcan frutos en abundancia de bondad, de caridad, de misericordia, de perdón y de compasión.

Ese amor que damos a Dios, nos permite amar a nuestros padres con todo nuestro corazón también, porque está bendito y es el amor más grande que existe en nuestro corazón.

Propósito de hoy: Jesús mio, ayúdame a querer amar a Dios antes que a nadie más, para yo poder amar a los demás con alegría y sinceridad, para vivir en armonía y en el perdón procurando la paz y no la guerra.