Mateo 7, 6. 12-14 “Entren por la puerta estrecha.”
Jesús nos habla en este Evangelio de Mateo, sobre las posibilidades de seguir un camino virtuoso que nos lleva hacia una vida dichosa, en la casa del Padre.
“Entren por la puerta estrecha” ya que muchos entran por la puerta ancha de la perdición y pierden la visión de su vida, entran a un abismo de dolor del cuál no pueden salir.
La puerta estrecha implica sacrificios, y es que seguir a Jesús no es cosa fácil, nos llaman locos, ¿Te ha pasado? Y es que la gente no entiende que servir a los demás nos lleva a la humildad; vestir al desnudo, alimentar al hambriento, escuchar con paciencia al que se encuentra solo y amar por sobre todas las cosas, procurando el bien común, siempre de la mano de Dios
Jesús nos invita a tratar a los demás como quisiéramos que nos trataran y si nos maltratan, tal vez no son conscientes de que a quién maltratan es e Él…por eso nos duele tanto. Hay personas que no ven, ni escuchan y se aíslan del bien, prefieren ir por el camino ancho, el camino fácil, que solo los aleja de Dios y de su voluntad, conduciéndolos a la perdición.
Nuestros dones nos permiten entender y aceptar de una manera distinta el dolor y el sufrimiento que sentimos y debemos desarrollarlos para mejorar y por el bien de todos; junto con Jesús, podemos ver y sentir el dolor y por nuestra fe actuar con sabiduría, poniendo como prioridad el amor de Dios que nos consuela. Es por la fe que encontramos el camino estrecho que nos guía al Señor y a donde queremos ir. Por eso nunca debemos dejar de rezar para alimentar nuestra fe.
Propósito de hoy: Padre, ayúdame a querer ir por la puerta estrecha y no desviarme por la puerta ancha que me separa de ti.