1 JUNIO: CAMINO DANDO TESTIMONIO DE TU AMOR.

Marcos 11, 27-33 “¿Quién te ha dado autoridad para actuar así?”

Dios mismo, encarnado en Jesús, le permite hacer todo lo que está previsto, tiene autoridad absoluta sobre Su creación porque los tres, junto con el Espíritu Santo son un solo Dios. Jesús se desenvuelve con autoridad, con confianza porque sabe que el Padre está en Él y que jamás va solo. ¿Te ha pasado a ti que siempre te sientes acompañado?

Hay personas que sienten que están solas, pero es que aún no conocen a Dios, ni el amor humano que Jesús tiene para todos nosotros, Sus hijos. Sabernos hijos de Dios, es no tener miedo. Es estar preparados para hablar con la verdad de Dios, es no avergonzarnos cuando nos quieren humillar por ser Cristianos Católicos, por creer en Jesucristo como el Redentor, el Hijo de Dios que vino a traernos la salvación y la paz. Nosotros también tenemos autoridad cuando damos testimonio de fe, cuando alzamos la voz y proclamamos la Palabra de Salvación, la Buena Nueva que es Jesús, cuando le enseñamos a los demás los valores morales que rigen nuestras convicciones, nuestra forma de ser y de actuar y de creer.

Ser Hijos de Dios nos motiva al bien, nos hace tomar mejores decisiones porque en la oración crecemos en la fe, recibimos esta gracia para combatir cualquier tentación, para orillar el mal de nuestra vida, para fortalecernos en Cristo con Su bondad y Su misericordia. Jesús tiene esa autoridad ante nosotros, nos quiere llevar hacia el perdón, que podamos tener un corazón arrepentido para vivir en armonía, para poder llevar la paz a donde quiera que vamos y así salir adelante de cualquier circunstancia que nos confunda o que nuble nuestra vista de lo que significa amar a Dios.

Jesús es Dios y por ello, Su Palabra es Palabra de vida eterna, es verdad y por sobre todo es amor.

Propósito de hoy: Padre, protégeme y ayúdame a comprender Tu palabra, para guiar mis pasos por el camino de la verdad, de la mano de Tu Hijo Jesucristo.