16 DE MAYO: POR TI, APRENDO A AMAR.

Juan 17, 20-26 “Yo les he dado a conocer tu nombre…para que el amor con que me amas esté en ellos y yo también en ellos”.

Jesús nos recuerda en el Evangelio de Juan que Él está en el Padre y el Padre en Él, porque son uno mismo. Le dice que que nosotros conocemos quién es y le pide: “que el amor con que me amas esté en ellos y yo también”. Quiere que estemos llenos del amor de Dios, pero es más profundo porque habla del amor con que Dios ama a Jesús, ‘porque lo ha amado desde antes de la creación del mundo’.

Jesús, al enseñarnos sobre Su vida, nos está hablando del amor del Padre, del amor con que nos ama; tal vez con el deseo de que nosotros, siempre demos testimonio de ese amor que perdona, que escucha, que atiende a nuestras suplicas. Que aprendamos a ser uno en el amor de Dios y ser vulnerables ante la adversidad para darnos cuenta de que podemos alcanzar la paz de Dios en nuestro corazón.

Conocer quién es Dios, abre las puertas del camino que recorremos todos los días, nos permite ver más allá de nosotros mismos y hace que la carga pesada que traemos en la espalda se aliviane. Y es que con la oración crecemos en la fe y aprendemos a creer en Dios y a confiar que sus promesas, se cumplen cada día en nosotros, por medio de su amor.

Propósito de hoy: Padre, permíteme la gracia de aceptar tu amor para poder amar a los demás, en tu nombre.