12 DE MAYO: LA CARIDAD ES LA MISION DE LA FE.

Marcos 16, 15-20 “El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios”.

Hoy revivimos el glorioso día en que Jesús, sube al cielo, recordando que al resucitar, el plan de salvación se cumple a plenitud.

Antes de partir, Jesús nos deja una encomienda muy importante y con ella nos da la gracia de la fe, para que la podamos cumplir según su palabra: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura”. ¡Sí! Que gran tarea, llenarnos del amor de Dios y salir a hablar de Su Hijo Jesucristo, hablar del amor que Dios ha puesto en nosotros por medio de Jesús en la cruz. Nos dice que todos los que creemos en Él y que seamos bautizados en Su nombre nos salvaremos, estamos llamados a la santidad y a dar testimonio de la verdad que nos ha dejado Su muerte.

Cuando hablamos de la gracia de la fe, de ésa que nos permite creer en el Hijo de Dios, estamos hablando de caridad, de acciones a beneficio del más necesitado que puedes ser tú o yo, hablamos de una misión de proclamar la palabra de Dios. Fe-misión-caridad. La fe es para que dejemos en visto que somos católicos, que somos cristianos porque su nombre lo dice creemos en Cristo y no es para que nos de vergüenza, no, la fe es para compartir con los demás la alegría de Dios, es la congruencia entre nuestra ideología religiosa y la manera en que llevamos nuestra vida; la fe es la fuerza que nos da Dios, para saber que estamos protegidos por Él. Es por medio de la fe que aprendemos a orar, que tenemos la capacidad de ver el dolor de los demás, que no nos encerramos en nosotros mismos porque le damos un sentido de amor a todo lo que hacemos y transmitimos ese amor de Dios por Sus hijos.

Jesús subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre, esperando nuestra llegada, confiado en que vamos a alcanzar Su misericordia en el día final. Nos está preparando cada vez que actuamos en la verdad, cuando nos acercamos al templo a orar, cuando le rezamos a María nuestra Madre, cuando pedimos su intersección ante nuestras angustias, cuando confiamos que su amor nos va a aligerar nuestro dolor y principalmente cuando al verlo a Él en la cruz, aprendemos a perdonar.

Vivamos este día solemne de La Ascención del Señor, con alegría y salgamos a compartir con los demás el Evangelio, la Palabra de Dios para que viva en nuestros corazones.

Propósito de hoy: Padre, quiero ser misionero de Tu Palabra de vida eterna y hablar de ti a toda creatura que pase a mi lado.