5 DE MAYO: MI ENTREGA ES POR TU AMOR.

Juan 15, 9-17 “Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos”.

Dar la vida por nuestros amigos o por nuestra familia es una frase que decimos con frecuencia, al hermano, al enamorado, al enfermo, a los hijos: “Yo, doy mi vida por ti”; pero en realidad ?Estamos dispuestos a cambiar nuestra vida para que otros puedan vivir? Jesús lo hizo por nosotros sus amigos, sus hermanos, por toda la humanidad, clavado en una cruz.

El verdadero amor es aquel que no hace preguntas, que acepta, que se entrega; es aquel que se sabe amado y que lo deja todo por el otro. En la vida ideal esa es la fuerza de un matrimonio, de una verdadera amistad, del amor fraterno hacia nuestra familia, pero ?Así es la manera en que nosotros amamos? Pensemos por un momento que sí, y abracemos con alegría el don del amor en nuestra vida, que viaja de la mano del perdón y la misericordia; de sabernos empáticos ante el dolor y el sufrimiento de aquella persona a quien amamos. Pero si nuestra respuesta no es un sí, entonces nos hace falta Dios, aún no hemos aprendido a conocerlo y el camino es muy largo para realizarlo solos.

Dar la vida por los demás, implica compromiso y sacrificio. Jesús en la cruz realizaba el plan que Dios tenía para Él, que es el plan de dar la vida por nosotros por nuestra salvación. !Eso sí es dar la vida por los amigos! Nosotros somos los elegidos para ir y hablar de Él, de compartir su amor, de decirle a los demás, cómo Jesús se hizo hombre para que nos identificáramos con Él.

Es en Jesús que ponemos nuestra fe y seguimos su verdad y es en este camino, cuando damos frutos de amor, que Dios nos promete conceder lo que pidamos en su nombre.

Propósito de hoy: Padre, que siempre recuerde que es de tu mano que conozco el amor para poder dar mi vida y mi entrega por los demás.