25 DE ENERO: HABLANDO DE TI.

Marcos 16, 15-18 “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda criatura”.

¡Qué bonita tarea nos encomienda Jesús, el Hijo de Dios, en este Evangelio!

El que crea y se bautice, se salvará, nos dice Jesús. Es cierto que a muchos nos bautizaron desde niños y no tenemos un recuerdo claro, más que aquel que vemos en las fotos ¿Verdad? Pero en el camino de nuestra vida, hemos aprendido a amar a Dios, a creer en Su Palabra; aprendemos a rezar y en la oración nos encontramos con Él, con su Hijo Jesús y con el Espíritu Santo. Y en todo este tiempo aumentamos nuestra fe, nos llenamos de la gracia de Dios para hacer cosas maravillosas.

Con  nuestra entrega de fe, con nuestro testimonio de amor sobre lo que creemos del Evangelio, también somos, de alguna manera, premiados por Dios. Pero ¿Cómo? Bueno, pues recibimos muchos milagros, que son tan visibles -aunque no lo reconozcamos- tales como despertarnos cada mañana. Llevar la Palabra de Dios a los demás es ir con el vecino y recordarle que Dios lo ama, es no sentir vergüenza de hablar de Jesús a los demás, es sentirnos hijos de Dios y proclamar la Buena Nueva como algo cotidiano. Jesús ha llegado y ha resucitado para cumplir el plan de Dios, el plan de salvación.

Hablar de Dios, es vivir con una fe que compartimos con otros por medio de nuestro testimonio, ese que damos con nuestra manera de vivir, en la obediencia a las cosas de Dios. Es sentirnos vivos y fortalecidos en el amor que Jesús nos vino a enseñar. Ese de amar a los demás de la manera en que Él nos ama a nosotros.

¡No es tarea fácil! Amar a mis enemigos, a aquel que me hizo daño, a quién me lastimo, así como Jesús, que en la cruz pidió por todos nosotros cuando dijo : “Perdónalos que no saben lo que hacen”. A Él lo mandamos matar porque no entendimos su manera de pensar, ¿Cómo es eso de perdonar al que nos ofende? ¡Complicado! Sin embargo la humildad y sencillez que nos pide Jesús, ha permitido borrar fronteras, para ver más allá de lo que nos sucede, es amar sin reservas, es querer caminar de Su mano.

Propósito de hoy: Voy por la vida hablando de Ti y dando testimonio tuyo con mis acciones de bondad y de servicio.