10 DE DICIEMBRE: ME PREPARO PARA TI.

Marcos 1, 1-8 “Ya viene detrás de mí, uno que es más poderoso que yo”.

Estamos en el segundo domingo de Adviento, que es el tiempo en que nos preparamos para la venida de Jesucristo, como nos recuerda Juan el Bautista, cuando dice esta frase, él viene preparando el camino para la llegada del Hijo de Dios.

Y ¿Qué significa preparar el camino?

“Yo los bautizo con agua, pero vendrá otro que los bautizará con el Espíritu Santo”. Significa ¡Ser bautizados con el Espíritu de Dios!, que significa llenarnos de Dios, que el Espíritu Santo nos ilumine el camino, que el perdón de Jesús en la cruz, nos sea dado.

Es un llamado a ser portadores de fe; de una forma sencilla, por medio de nuestra manera de ser, de poder comunicar a otros sobre el reino de Dios, es seguir un camino que refleje los pasos de Jesús. Pasos que damos con amor en el servicio y la buena voluntad, en el perdón y la bondad. Pasos en que nos preparamos para su llegada y que no nos encuentre con las manos vacías, sin con algo que ofrecerle. Ser testimonio de Jesús en la compasión ante el que tiene hambre y sed, o del que está solo, abandonado sin una esperanza porque no conoce a Dios. Ser portadores de un amor sencillo y un gran deseo de paz es lo que podemos hacer y recibir al rezar, al llenarnos de fe, al responder al llamado de Dios a través de Su Hijo en la bondad y la misericordia.

Juan el Bautista nos acerca a Dios, prepara nuestros corazones porque pronto va a nacer el Salvador, el Niño Jesús que trae consigo reconciliación y quiere que nos unamos a su equipo de apóstoles para que la misión de Su amor jamás muera. Porque Él es eterno, es verdad y vida y por siempre nos bautiza con el fuego de su amor que se queda guardado en nuestro corazón.

Debemos prepararnos pidiendo perdón al que ofendimos y perdonando a quién también con humildad viene a pedirnos perdón.

Propósito de hoy: Me preparo para tu llegada Señor, con alegría y perdón en mi corazón.