22 DE NOVIEMBRE: SIGO TUS PASOS.

Lucas 19, 11-28 “Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al frente de sus discípulos”

Jesús al frente de sus discípulos, guiando el camino, quitando obstáculos que impidieran el fervor de la fe de aquellos que lo seguían y hoy día, de aquellos que lo seguimos. Jesús siempre protegiéndonos, cuidándonos, velando por cada una de sus ovejas. Jesús fiel, amoroso, obediente como el Cordero de Dios, ejemplo de perdón y de amor.
Muchos de nosotros somos líderes por naturaleza y cuando usamos ese talento para el bien común, el resultado es admirable, nos convertimos en una persona que a donde quiera que vaya, va a ser bien recibido. Jesús lo tenía todo y lo que más lo caracterizaba era su amor por el prójimo, el respeto a la mujer, la búsqueda de la verdad para ser siempre justo en sus decisiones. Él nos enseñó a compartir lo que tenemos con el que tiene menos, con el que tiene hambre, con el que busca la paz. Encontramos en Jesús la figura del ser perfecto al que debemos querer imitar y con  nuestras acciones al servicio de los demás, damos testimonio de fe, de que creemos en Dios y de que seguimos los pasos de un líder que jamás nos va a dejar atrás.
Seamos como el Buen Pastor, que nunca abandona a sus ovejas, protegiendo siempre a los que amamos, cuidando del más débil que bien es nuestro abuelo, o nuestros hijos, o aquel que viene a nosotros porque confía en nuestra bondad y compasión. Pidamos para que Dios nos de la fortaleza de poder ser personas dignas, humildes, sencillas como su Hijo Jesucristo y nunca dejar de extender la mano para ayudar a otros en sus necesidades y llevarlos hacia el camino que nos reencuentra con Jesús en el amor y la paz.
Propósito de hoy: Sentir la fuerza que me da la oración para poder seguir los pasos de Jesús.