5 DE OCTUBRE: GRACIAS PADRE, POR CONFIAR EN MI.

Lucas 17, 5-10 “Auméntanos la fe”.

¿Qué es la fe? Y, ¿porqué queremos que Dios nos aumente la fe?

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, “la fe es un don sobrenatural y un acto humano libre por el cual el hombre se entrega a Dios, confiando en Él y en todo lo que revela la Iglesia, lo que implica una transformación de la vida hacia la plenitud del sentido, la alegría y la esperanza”.

La fe es un don de Dios, es una gracia que él nos da cuando la pedimos y que por medio del Espíritu Santo nos permite creer en Dios. Solo que la fe es algo que cada uno debemos querer para confiar y aceptar el plan de Dios libremente en nuestra vida. Es un decirle a Dios que “si”, como el “Fiat” de María que supo entregarse plenamente a la voluntad de Dios. La fe nos transforma y nos permite ser plenos y buscar la verdad de Dios para tener un encuentro fecundo con Jesucristo, de amor, de caridad, de perdón.

La fe nos permite conocer a Dios y poner en él nuestra esperanza de salvación. Tener fe es saber que Jesús está siempre a nuestro lado y nos lleva a comprender a nuestros hermanos, a sensibilizarnos con el dolor de Cristo en la cruz, que a su vez, nos lleva al perdón.

Por eso y mucho más queremos la gracia de la fe, porque nos permite caminar en libertad, abrimos nuestra mente a creer que hay algo más allá, que el Reino del Cielo está esperándonos. Vivamos con amor nuestra vida para alcanzar la eternidad al final de este camino terrenal.

Propósito de hoy: Sí Padre, aumenta mi fe, que nunca me canse de pronunciar tu nombre Santo y que quiera siempre regresar hasta tu casa.