3 DE OCTUBRE: SOLO EL AMOR NOS SALVA.

Lucas 10, 13-16 “El que los escucha a ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado”.

La misión de ls apóstoles de Jesús, era la de anunciar su llegada. Y nuestra misión, como apóstoles de Jesús…sí tú y yo, es compartir la Palabra de Dios con los demás. Es verdad que es muy difícil, por eso Jesús nos dice “El que los rechaza a ustedes, a mi me rechaza”, porque sabe que el mundo tiene un corazón duro y que no a todos les gusta escuchar hablar de amor.

Sí, por más ilógico que suene, a la gente no le gusta saber nada del amor , porque el amor nos humaniza, nos hace sensibles, nos permite perdonar al que nos lastima. He conocido personas que desde el día uno, boicotean al amor pensando que “no va a durar”, que “es una mentira”, “que no vale la pena esforzarse” y se protege del gran amor que pudieran vivir en su vida. Hay personas que prefieren mentir que ser honestos con la verdad que les brinda el amor. ¿Conoces a alguien así? ¿Eses tú así? Hemos escuchado historias muy tristes cuando las parejas dejan de amarse porque no quisieron escuchar la voz de Jesús, o cuando los hermanos discuten y en lugar de abrazar la Palabra de Dios se insultan al grado de no volver a dirigirse la palabra; cuántas personas han sido rechazadas de grupos sociales o religiosos porque en su humildad sirven con alegría y con amor a su comunidad y los demás “no lo entienden”.

El amor es el reflejo de que Jesus vive en nuestro corazón, es la alegría de sabernos hijos de Dios. El amor es vida.

Entonces, ¿porqué crucificamos a Jesucristo? ¿Si él vino a ser el Amor que nos hace falta?. Ese que evita las guerras, sí esas del  mundo y esas que viven dentro de nosotros. Jesus es el amor que necesitamos y todos aquellos que están dispuestos a escucharlo, están escuchando la voz de Dios.

Hay que vivir un despertar ideológico, para darnos cuenta que no necesitamos más dinero, o más poder, no; solo necesitamos humildad, compasión, perdón, y todo eso se refleja en nuestra capacidad para amar. Hoy es un buen día para recuperarnos, para hablar de Jesús, para sentir la Palabra viva de amor que nos ha venido a enseñar, en el nombre del Padre.

Que no se nos olvide que es el amor, lo que nos salva.

Propósito de hoy: Este día quiero acercarme a mi hermano y quiero decirle que lo amo; quiero compartir lo que me enseña Jesus con él y con aquellos que viven a mi alrededor. Hoy decido ser un humilde apóstol de Dios.