12 DE SEPTIEMBRE: NO SOY PERFECTO.

Lucas 6, 39-42 “¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo?”

Jesús siempre nos habla con la sabiduría de Dios y trata de hacernos entender muchas cosas. Una de ellas es, darnos cuenta que nosotros somos frágiles, que necesitamos de esa sabiduría para tomar mejores decisiones, para poder ver nuestros errores y rectificar en ellos.

El ser humano, por naturaleza critica y juzga al de enfrente como si quisiera encontrar algo para culparlo. Sí: “que si es mas inteligente”, “que si tiene un buen auto”, “que si no sale de la iglesia”, “que si es mejor que yo”. Y se olvida que antes de ver o de encontrarle errores a nuestro hermano, debemos poner atención a nuestra forma de conducirnos, en el trato que le damos a las personas a nuestro al rededor; porque como dice Jesús: “¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano”.

Hay que reconocernos pecadores, injustos, rencorosos y sí, también envidiosos de los demás, para llenarnos de humildad y poder ver que no somos perfectos y que debemos limpiar nuestra casa interna de las telarañas que nos ciegan. Hay que construir un mejor ambiente para nuestra mente y encontrar un lugar donde reconozcamos que somos imperfectos. Que antes de juzgar a nuestro hermano, debemos hacer un examen de conciencia para saber en dónde estamos nosotros. Y con humildad querer acercarnos a Dios para pedirle que nos ayude a encontrar esa paz.

Todos necesitamos cultivar nuestro amor al semejante, ya lo dijo Cristo: “ámense unos a otros como yo los amo” y así dejar de ver el mal ajeno y enfocarnos en mejorar nuestra manera de amar.

Propósito de hoy: Quiero aprender a ser más servicial con mi hermano, dejar de juzgar tanto y amar más.