28 DE AGOSTO: MI CORAZÓN TE ESPERA.

Mateo 24, 52-62 “Ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre”.

Sabemos que el Hijo del hombre ya llegó, y aunque para muchos aún no llega y lo siguen esperando, tenemos la certeza de su llegada en el momento que entendemos el perdón y conocemos el amor. Y es que el Hijo del hombre es eso: Perdón y amor.

Si aún crees que no ha llegado, cuestiona tus principios, ponte atento a tu actitud, se honesto contigo mismo y pregúntate si nunca has amado, si no conoces ese sentimiento, si en tu mirada jamás has externado una sonrisa llena de caridad por alguien más. Pregúntate si vives en armonía con todos los que te rodean porque un día te diste cuenta que lastimaste o heriste a tu hermano y fuiste a buscarlo para reconciliarte con el.

Si alguna vez te has sentido así, entonces bienvenido al mundo de aquellos que creemos en Dios, que tenemos fe porque sabemos que es el Hijo del hombre, Jesucristo, quién nos ha permitido amar y perdonar incansables veces, sí, 70 veces 7. ¿Puedes identificarte con ese comportamiento? Entonces puedes dar testimonio de que conoces al Hijo del hombre y que estás preparado para su llegada.

Pero, ¿qué pasa si no se quién es? Estas a muy buen momento de aprender sobre él. De que permitas que Jesús entre a tu vida por medio de alguien más, que estés perceptivo para dejarlo entrar en tu corazón. Y esto lo vamos a lograr cuando aprendamos a orar, cuando le demos mayor importancia a la Palabra de Dios, que es vida; cuando nos motive ser buenos con otros y ayudarlos como hace Jesús con nosotros. Que podamos imitar sus obras de misericordia al servicio de los demás y queramos no solo reconciliarnos con nuestro hermanos, sino también poder perdonarlo.

Que seamos nosotros los que estamos preparados desde ahora, a la llegada del Hijo del hombre y poder seguir a su lado, caminando sembrando frutos de amor y cosechando el perdón que muchas veces no nos permite avanzar. Que nuestra vida sea para dar testimonio de fe, reconociendo que Jesús, es el Hijo de Dios.

Propósito de hoy: Quiero estar preparado con un corazón arrepentido para seguir tu voz y caminar a tu lado el día en que entres en mi corazón.