Mateo 12, 14-21 “Miren a mi siervo, a quien sostengo;
a mi elegido, en quien tengo mis complacencias.”
El elegido de Dios, en quien tiene todas sus complacencias es Jesucristo, su Hijo único, bien amado.
Y es Jesucristo, el Mesías quién viene a enseñarnos cómo complacer a su Padre; nos guía por el camino para que también, como hijos de Dios podamos recibir sus gracias y misericordia, hasta la llegada del día final.
Y nos preguntamos entonces, ¿Cómo puedo complacer a Dios? Ya moisés nos hizo llegar los 10 mandamientos, para que tratemos de cumplirlos. Y digo tratar, porque cada día hay que esforzarnos mucho para lograr complacer a nuestro Padre al practicarlos. “No robaras, no cometerás actos impuros, ni tendrás pensamientos impuros, no matarás, santificarás las fiestas, no hablarás en vano de Dios, no mentirás, no querrás lo que no es tuyo, respetarás a tus padres y principalmente amarás a Dios por sobre todas las cosas”, y no es cosa fácil, aunque sí suenen tan fácil.
Practicar los mandamientos para agradar a Dios tiene connotaciones que a veces no sabemos interpretar, por ejemplo: “No matarás”. Ciertamente entendemos la acción de matar, como tomar una pistola y dispararle a alguien, sin embargo “no matarás” va mucho más allá de esa acción. Constantemente los seres humanos estamos humillando a los demás, como que es algo normal y en esa acción estamos matando la ilusión del otro de hacer algo diferente, de poner esmero en su desempeño, de intentarlo una y otra vez hasta lograr cualquiera que sea su propósito. Hacemos de menos al más pequeño por creernos superior y muchas veces, por el temor al fracaso, aquel que estaba esperanzado pierde toda motivación y hemos matado algo en ellos. ¿Lo has pensado alguna vez? Detente y analiza tu comportamiento y pregúntate si algún día hiciste algo así hacia tu esposa, hacia tu hijo, con tu compañero de trabajo, con tu hermano…y respóndete en silencio para que recapacites en ese mandamiento: “no matarás”. Y así, con los otros 9, el mandamiento va más allá, de la sencilla palabra.
Para conocer mejor cómo complacer a Dios, te invito a leer el Catecismo dela Iglesia Católica, donde vas a encontrar una definición muy amplia del significado de cada mandamiento y te vas a dar cuenta que es una lectura fascinante y educativa.
Jesús amó tanto a Dios Padre, que lo obedeció hasta el punto de morir en una cruz por nosotros y nos deja el amor como nuestro primer aliado, nos deja el perdón sabiendo que la misericordia de Dios nos va a dar oportunidades para aprender a ser como él y nos deja su ejemplo, para que nosotros seamos testimonio de fe, de que lo conocemos, de que también somos hijos del mismo Padre y nos ama incondicionalmente.
Propósito de hoy: Padre, dame tu gracia para poder complacerte y ser el hijo que tanto amas. Escucha mi oración para ser tu hijo en quién te complazcas.