11 DE JULIO: VIVO PARA ALCANZAR TU GLORIA.

Mateo 19, 27-29  “Cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, los que me han seguido, se sentarán también”.

Al leer el Evangelio de Mateo del día de hoy nos dan ganas de seguir al Hijo de Dios para poder sentarnos en el trono de gloria junto a él, sí; dejarlo todo para complacer al Señor y recibir de él la gloria.

Jesús nos invita una vez más, a seguirlo, a querer ser parte de él y a que nosotros estemos dispuestos de que él sea parte de nosotros.

Pero, podemos pensar que nuestros padres, o hermanos, o esposos son más importante y nos preguntamos ¿cómo podemos dejarlos?, ¿qué va a pasar con ellos si yo lo dejo todo por Dios?.

El desapego es algo difícil de hacer, ¡no estamos listos! Y nos cuesta trabajo entender las palabras de Jesucristo: “Y todo aquel que por mí haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o esposa o hijos, o propiedades, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna”…¡la vida eterna! Nos lo promete todo y nosotros debemos confiar.

Podemos empezar con la oración, encomendarnos a Dios y pedirle que nos llene de su gracia y que a través de sus dones de amor, fortalezca nuestro deseo de seguirlo, de remar mar adentro con él, hacia él y para él. De vivir una profunda fe que nos lleve hasta sus brazos.

Propósito de hoy: Padre, que en mi búsqueda de la vida eterna, sea siempre tu voz la que me guíe hacia ti.