Juan 21, 1-14 “Voy a pescar”.
Dijo Simón Pedro a sus compañeros: “voy a pescar” y creo que jamás hubiera pensado que Jesús, el Hijo de Dios, le diría que sería “pescador de hombres”.
Que bonita expresión ésta que nos dejó Jesucristo. Nos ha convertido en pescadores de hombres, que no es otra cosa más que compartirlo a él, con los demás.
En cada acción que tenemos, cuando hacemos las cosas como Jesús las hubiera hecho, es con nuestro ejemplo que hablamos bien de Dios. Y si, suena un poco a compromiso. Es que, hacer las cosas bien es en realidad un compromiso con nosotros mismos, para empezar, porque decidimos honrar la Palabra de Dios. Caminamos por la vida con alegría, aún si tenemos una pena en el alma, compartimos nuestra paz y nuestras bendiciones con quien nos rodea, porque es así como damos testimonio de que creemos en Dios y de que confiamos en él. Jesús rumbo al calvario, no se quejó, siguió su camino con una corona de espinas, con el dolor y la humillación más cruel que puede haber, porque el plan de Dios era que nos enseñara a amarnos unos a otros.
Ser pescadores de hombres es una muestra de amor infinito, nos da la posibilidad de que, por medio de nuestro ejemplo, Jesucristo llegue al corazón de nuestros amigos y de aquellos con quien convivimos nuestra vida diaria y es Jesús mismo el que nos busca porque confía en nosotros, nos fortalece y aumenta nuestra fe para seguir su camino, proclamando la verdad de Dios.
Y es que Jesús nos transforma al hacernos sentir su presencia entre nosotros.
Confiemos en Jesús, como lo hicieron estos pescadores, en el amanecer de sus días, después de la muerte de su Maestro; ellos confiaron en él, cuando les dijo a dónde fueran a pescar y en su voz supieron reconocerlo. Vamos pidiéndole a Dios que nos ayude a reconocer la voz de Jesús, para saber que no estamos solos, que hay una voz que guía nuestro camino en el perdón y la paz.
Propósito de hoy: Quiero tener tu luz, Padre del cielo, para poder salir de la obscuridad y guiar a otros a seguir tu camino que está sembrado de amor por nosotros. Quiero ser pescador de hombres como tu Hijo Jesucristo.