Juan 3, 31-36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna”.
La fe es tan grande como nuestro amor a Dios. No podemos decir que lo amamos, si no hay fe; sin embargo cuando damos testimonio de creer en Dios, entonces sí que nuestra fe es grande.
Pero, ¿Qué es la fe? La fe es creer que Jesucristo es el Hijo de Dios, es sentir en nuestro corazón al Espíritu Santo como nuestro motor de vida, el que nos ilumina para hacer las cosas, para tomar decisiones, para seguir la doctrina de nuestra religión Católica. La fe es saber que existe Dios Padre, todo poderoso, el creador del cielo y de la tierra.
Tener fe, es confiar en Dios.
Nos dice Juan en este Evangelio, que vamos a tener vida eterna si creemos en el Hijo de Dios. Acabamos de vivir la Pascua del Señor, el Via Crucis de Jesús , que subió al Calvario cargando una cruz. Y en esa cruz llevaba todos nuestros pecados, para pedirle al Padre el perdón para nuestra alma. ¡Eso es la fe! Vivir el dolor de Jesús clavado en esa cruz, y reconocerlo como Hijo de Dios.
Propósito de hoy: Padre, aumenta mi fe para nunca separarme de ti. Amén.