9 DE ABRIL: SOY LIBRE EN TU VERDAD.

Juan 8, 31-42 “Si se mantienen fieles a mi palabra, serán verdaderamente discípulos míos, conocerán la verdad y la verdad los hará libres”.

¡Ser discípulo de Jesús!

Como nos dice él mismo en este Evangelio de Juan, ser sus discípulos significa creer en su palabra; en esa Palabra de vida eterna, que nos habla con la verdad de Dios. Y también quiere decir que somos fieles a sus enseñanzas, que confiamos y tenemos fe por que sabemos que la verdad de Dios nos hace libres.

Y nos preguntamos: ¿Libres de qué? Si no estamos encarcelados. Jesús nos responde: “Yo les aseguro que todo el que peca es un esclavo del pecado”. Entonces es Jesús de quién recibimos esa liberación de nuestros pecados, cuando somos fieles a él. Al amar a Jesús, estamos aceptando a Dios Padre en nuestro corazón, por que ellos son uno mismo. Le estamos dando el lugar que merece, le pertenecemos, vivimos para cumplir su Palabra, para alcanzar la felicidad y para agradecerle que somos sus hijos. Entonces, Jesús nos dice algo que tenemos que entender muy bien, como Cristianos, como Católicos de verdad, no solo de apariencia: “Si Dios fuera su Padre me amarían a mí, porque yo salí de Dios y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino enviado por él”.

Vamos abrazando nuestra fe, vamos poniendo nuestra confianza en Jesucristo y pidiéndole que su Palabra nos haga conocerlo mejor para así poder dar testimonio de que su amor, nos hace libres.

Propósito de hoy: Padre, te pido me llenes de tu sabiduría para poder entender el mensaje de amor que me has enviado con tu Hijo Jesucristo, para poder dar testimonio de fe y de que soy tu discípulo y que creo en ti. Padre, aumenta mi fe; quiero alcanzar el perdón para poder vivir con la libertado que me da tu Palabra de amor.