Marcos 6, 14-29 “Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista”.
Marcos nos relata el asesinato de Juan por un rey que se entristece, cuenta el relato, sin embargo su reputación ante su pueblo, importaba más que salvar a un inocente y que cualquier sentimiento de pena que hubiera podido tener. “De esta manera Juan termina su vida «bajo la autoridad de un rey mediocre, ebrio y corrupto, por el capricho de una bailarina y el odio vengativo de una adúltera»”, concluye el Santo Padre.
Y ¿Qué es más importante para nosotros? ¿Lo que dicen los demás de nuestra persona, o nuestra calidad moral? Para muchos, la calidad moral es ya inexistente, viven pensando en sí mismos, en el poder que puedan tener, en las ventajas que su posición social, económica o laboral les puede proporcionar y han olvidado que para salvarse, es la moral de Dios la que nos guía hasta él.
Vivimos en una sociedad que cuestiona tanto a Dios, en lugar de cuestionarse a sí mismos. ¿Por qué hago esto? ¿Cuáles son mis motivos? ¿A dónde quiero llegar? Y enfocan su entendimiento en triunfar pero sin importar si lastiman, ofenden, o humillan a los demás. Eso pasó con este rey que de por sí era ya soberbio. ¿Somos nosotros soberbios como Herodes? O ¿nos inclinamos más por imitar a Jesucristo, el Hijo de Dios?
No hay que alarmarnos mucho por nuestras respuestas una vez que meditamos los cuestionamientos existenciales de nuestra moral, porque en Dios vamos a reencontrarnos con nosotros mismos, con aquel niño inocente y de buena voluntad que una vez fuimos. Hoy es un buen día para recapacitar. ¡Sí! No te desanimes. La voluntad de Dios es que confiemos en él, pero, si no sabemos por dónde empezar, vamos viendo cómo podemos caminar juntos, tú y yo. Y podemos empezar con la oración. Aprender a orar nos lleva a querer conocer más a Dios y poco a poco, cuando somos constantes, empezamos a tener las ganas de hacer el bien, de acercarnos a nuestra familia y amigos a hablarles de Dios; es como una magia. Asistir a misa,nos ayuda a ir aprendiendo sobre las cosas que hace Jesús y llega el momento en que sentimos que lo necesitamos, que queremos estar cerca de él.
Conocer los mandamientos nos permite vivirlos, son una guía moral de lo que nos convierte en seres humanos de amor. Y si es necesario salir a comprar unos libros para conocer más a Dios y la historia de salvación, de Jesucristo, ¡pues vámonos de compras! Y compremos una Biblia que se nos haga fácil de leer, no tiene que ser esa que tiene una letra minúscula que ni alcanzamos a leer y también vamos comprar el Catecismo de la Iglesia Católica, que es una joya, es donde vamos a encontrar muchas definiciones y respuestas que nos van a ayudar a fortalecernos y a vivir en la plenitud del amor de Dios.
Propósito de hoy: Quiero prepararme a conocer más a Dios y a su Hijo amado, para tener una conciencia moral presente en mis decisiones y en la manera como me dirijo a los demás. Quiero aprender para aumentar mi fe.