11 DE ENERO: CON ALEGRÍA COMPARTO LA BUENA NUEVA DE DIOS.

Juan 3, 22-30  “Así también yo, me lleno de alegría”.

Compartir el amor de Dios, es lo que nos enseña Juan el Bautista en este Evangelio de Juan, cuando sus discípulos vienen a decirle que hay otro bautizando del otro lado del Jordán. Y Juan se alegra y les dice: ‘Nadie puede apropiarse nada, si no le ha sido dado del cielo. Ustedes mismos son testigos de que yo dije: Yo no soy el Mesías, sino el que ha sido enviado delante de él. Así también yo me lleno ahora de alegría. Es necesario que él crezca y que yo venga a menos’.

Cuando hablamos de Jesús, estamos haciendo que crezca, que los demás aprendan de él y que con nuestro ejemplo quieran también ser parte del Reino de Dios. Aquellos que bautizaban en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo como lo vieron al ser bautizados por Juan, están compartiendo su fe y su amor a Dios con los demás y es por ello que Juan se alegra, porque sabe que la Palabra de Dios cayó en tierra fértil y que está dando fruto abundante.

¿Cómo estamos nosotros de fe?, ¿va creciendo?, ¿la estamos alimentando cada día?, ¿que hacemos para que otros conozcan la Palabra de Dios? Una fe sin acciones, es una fe muerta. Decir que soy devoto y fiel a Dios, pero quedarme sentado sin participar en la vida de otros llevando la Buena Nueva  a donde quiera que voy, jamás va a dar frutos, ni crecerá porque cayó en tierra mala, infecunda. Sin embargo, si vivo con alegría a pesar de mi dolor, soy un reflejo de que Jesucristo vino a morir por mi; doy fe de su Palabra cuando la aplico a mi vida diaria, cuando soy humilde, cuando tengo empatía y me identifico con los demás, tal y como lo hizo Jesús…morir para vivir.

Que siempre nos haga sentir alegría cuando hablamos de Jesús, que nos emocione saber que nuestra voz está llegando a nuestro hermano, que podamos acercarnos a otros para ayudarlos a amar a Dios, a orar, a vivir la Eucaristía con intención.

No perdamos la fe.

Propósito de hoy: Quiero sentirme feliz de compartir a Jesús con mi familia, y que poco a poco ellos también aprendan a amarlo con la intensidad que lo amo yo.