Lucas 17, 7-10 “No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer’ ”.
Hacer lo que nos corresponde hacer es nuestro deber, en cada etapa de nuestra vida. ¿Lo has pensado?
No podemos esperar que si estamos en la escuela se nos felicite cada día por ir a estudiar; sí está muy bien reconocer el esfuerzo del alumno, sin embargo es una acción de toda la familia, de los padres que hacen desayuno y llevan a los chicos a la escuela, de los maestros y claro de los alumnos. Por ende es lo que nos corresponde hacer. Jesús quiere enseñarnos que no estamos haciendo algo extraordinario ni fuera de lo común, solo lo que teníamos que hacer.
El agradecimiento es parte fundamental en nuestra vida, “gracias mamá, gracias papá, gracias abuelos, gracias a todos los que hacen que nuestra labor diaria sea exitosa. Y la otra parte fundamental, es el servicio. ¡Todos estamos sirviendo a otros! ¿Verdad? Sí, empezando en nuestro hogar. Levantándome temprano para que funcione positivamente la mañana y diciendo los “te quiero” suficientes para que nos sintamos fuertes antes de salir a cumplir con nuestro deber.
Servir y agradecer es la clave del éxito siempre. Nunca nos cansemos de ser bondadosos en nuestro quehacer diario, seamos el ejemplo de virtud que se requiere en el ámbito familiar y también social, en la escuela, el trabajo, el templo, en el club; que dejemos huella en otros porque somos humildes al ayudar y al comprometernos a hacer lo que tenemos que hacer, como nos pide Jesús, con amor y agradecimientos. Eso nos hace ser testimonio de que Dios firma parte fundamental en nuestra vida.
Propósito de hoy: Quiero ser lo que soy, ahí donde estoy, como nos dice Jesús.