31 DE OCTUBRE: BENDITO ERES JESÚS.

Lucas 13, 31-35 “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”

En este Evangelio, recordamos cómo Jesús ha sido siempre perseguido y solo porque nos habla de paz y de amor, y nosotros aún no logramos entender el significado tan profundo de la Palabra de Dios. Jesús anuncia que en tres días, hará su obra, a lo que vino a hacer, ¡a salvarnos! Y que no tiene miedo, porque entonces será bendecido por Dios, porque viene en su nombre.

Jesús que está en medio de nosotros, curando heridas, sanando corazones, expulsando demonios, nos recuerda que es por amor, que las cosas de Dios suceden. Algunas no las entendemos y otras nos sentimos maravillados de que la mano de Dios caiga sobre nuestro dolor y nos ayude a sanar. ¿Te has dado cuenta cuando Dios actúa en ti?

Tal vez un saludo, una sonrisa, un gesto de amor, de amistad, de compañerismo puede cambiar nuestro día. Sí, puede quitarnos la tristeza, o sacarnos de una depresión que no sabemos en qué momento caímos. Una palabra de aliento nos anima, ahora, ¡imagina una palabra que nos viene desde el corazón de Jesús! Qué bonito. Nos llena de esperanza, de fortaleza, de valentía porque cada día las necesitamos y es Jesús el que nos hace saber que no estamos solos, que él está a nuestro lado. A veces, él solo espera a que nosotros nos demos cuenta que es su mano la que sostiene la nuestra y su saludo el que nos permite estar alerta.

Bendito seas Jesús, Hijo de Dios, que vienes en su nombre a enseñarnos a orar y aumentar nuestra fe. Bendito eres Jesús, que en la cruz me enseñaste el amor y el perdón cuando le pediste a tu Padre, que tuviera compasión de nosotros porque no sabíamos lo que hacíamos, y hoy día, parece que seguimos sin entender.

Propósito de hoy: Bendito seas Señor, bendice mi hogar, a mi familia, a mis padre, hermanos he hijos; trae paz a mi vida cada día más.