27 DE JULIO: GRACIAS JESÚS, POR HABLARME DE AMOR.

Mateo 13, 24-30 “De seguro lo hizo un enemigo mío”.

Cuando pensamos en Jesucristo, por lo general, el corazón se nos llena de alegría, aun que hay momentos en la vida de Jesús que hacen que el corazón se nos llene también de tristeza, o de miedo, o de dolor, al conocer todo lo que vivió y sufrió, hasta el día en que fue crucificado. A veces, pasamos por alto los sentimientos negativos de aquellos a quienes Jesús no les agrada, o que incluso le tienen miedo, que lo rechazan y lo persiguen hasta llevarlo a su injusta muerte en la cruz.

Con frecuencia escuchamos a los fariseos criticando a Jesús y a sus discípulos, o a los sacerdotes usando una vara muy alta para juzgar sus acciones y a mucha gente del pueblo que se burla de los milagros y las curaciones que realiza por todo lugar que pasa. Le hacían “bulling”, lo llegaron a secuestrar, lo encarcelaron, lo apedrearon, lo tuvieron cautivo y públicamente lo humillaron. Todo porque vino a hablarnos de amor, y a traernos un mandamiento nuevo: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”. Nos vino a enseñar a amarnos, a buscar la paz, a no tener miedo ante las adversidades y a ser fuertes en su Palabra cuando nos maltratan, cuando nos humillan, cuando quieren que nos quedemos callados para no hablar de Él.

Jesús tenía y sigue teniendo muchos enemigos, su propio pueblo le dió la espalda; sus conocidos decían: “¿Qué no es éste el hijo del carpintero?”, “¿Qué de bueno puede salir de Nazaret?”, “Hasta que no toque sus heridas, ni meta mi mano por su costado, no lo creeré”. En muchos casos el corazón de Jesús logró calmar estas envidias y dudas, pero fue perseguido por hablarnos de Dios, por permitir que la mujer tuviera un lugar en la sociedad, por sanar enfermos y sacar demonios aun si era en sábado. Porque como Hijos de Dios, todo le pertenece, hasta el sábado.

Hoy día, ¿Cómo anda nuestra fe?, ¿Que importancia le damos a la Palabra de Dios?, ¿Hablamos de Jesús?, ¿Compartimos su Palabra de vida eterna con otros, o nos quedamos callados para no causar alboroto?

En la vida nos vamos a encontrar con personas que nos cuestionen todo el tiempo, que quieran humillarnos por que creemos en la hermosa historia de amor entre Dios y la humanidad a través de Jesucristo. Vamos a ser perseguidos, pero al final recompensados por el amor de Dios. Dejemos en claro nuestros sentimientos y seamos coautores de la obra de Dios, seamos sus ministros de amor y demos testimonio de esa semilla que Él plantó y que ha dejado fruto en abundancia en nuestro corazón.

Propósito de hoy: Padre, gracias por enseñarnos a amar en tu nombre, permite que mi vida se llene de paz para yo poder ser porta voz de tu Palabra de amor, con las personas que me rodean.