Mateo 11, 28.30 “Vengan a mí.”
Jesús nos llama, nos invita a ir con Él, a remar mar adentro, a seguirlo y a caminar a su lado, reconociéndose humilde de corazón, para que nosotros podamos identificarnos con Él. ¿Qué pasa cuando conoces a alguien y te llena de inspiración? Acaso no pensamos: “quisiera ser como él”, como nuestros padres, o abuelos, o como aquella persona que influyó en nuestra vida para hacer cambios que nos favorecen a lo largo del camino. Nos formamos un ideal y queremos replicarlo, imitarlo. Así deberíamos actuar en cuanto a la persona de Jesucristo: ¡Querer ser como Él!
Pero, ¿Qué nos impide ser como Jesús? Nosotros mismos. Sí, cuando imitarlo se nos hace difícil y nos damos por vencidos. Jesús nos llama a ser como Él, ahí donde estamos. A ayudar al prójimo, a servir a nuestros vecinos, a ser acomedidos en casa, a estar dispuestos a perdonar. Nos complicamos la vida con situaciones banales, pensando que nuestra virtud se refleja en los bienes que tenemos y no en el servicio que damos a los demás. No sabemos reconocer nuestros dones y talentos y en lugar de usarlos para el beneficio común, los denigramos en la soberbia y la presunción, queriendo ser más de lo que somos, queriendo sentirnos poderosos ante el débil de corazón, sin darnos cuenta que somos nosotros los débiles de corazón cuando actuamos de esa manera.
Seguir a Jesucristo es un llamado al bien, es querer aumentar nuestra fe para aprender que las obras de misericordia nos permiten servir a los demás, que nos abren las puertas a la bondad del alma, que nos acercan a la gracia de ser llamados hijos de Dios.
Querer ir a los brazos de Jesús, nos ayuda a identificarnos con Él en el dolor, en el sufrimiento; implica querer perdonar a nuestros hermanos para acercarnos más a Él y refugiarnos en su misericordia. Hagamos un intento de llegar hasta Él imitándolo para poder ser portadores del fruto de su amor.
Propósito de hoy: Quiero llegar hasta Jesús en cada acción de buena fe que haga este día y los que siguen siendo consciente de que a su lado, mi vida es mejor.