Mateo 5, 27-32 “SI TU MANO DERECHA ES PARA TI OCASION DE PECADO, CORTATELA”.
¡Qué fuerte el Evangelio de hoy! Dice que si alguna parte de nuestro cuerpo ha entrado en pecado, que es mejor cortarse esa parte a dejar que todo nuestro cuerpo entre en pecado. Nos habla del adulterio y de cómo somos tan frágiles, que con solo tener un pensamiento de deseo impuro hacia alguien, ya estamos cometiendo un pecado. ¿Puedes imaginar tu vida solo teniendo buenos pensamientos? Creo que eso es lo que Dios quiere de nosotros…pero ¿Qué tan difícil es este deseo de Dios para toda la humanidad?
Podemos empezar con el pecado de Adán y Eva y cómo se sintieron desnudos y avergonzados cuando Dios los había creado libres de pecado. Ellos tuvieron la conciencia alerta de saber que habían cometido un error, una falta hacia Dios y que habían puesto en peligro su integridad. Así estamos nosotros, con tantas tentaciones que vemos a diario, y esa víbora que está lista para engañarnos, para mentirnos y hacernos caer en la tentación, con palabras que suenan bonito al oído.
De igual manera debemos de cuidar nuestra lengua, para no blasfemar el nombre de Dios, para no juzgar ni condenar a nuestro semejante, para que de ella salgan palabras virtuosas, llenas de bondad y misericordia, que sirva para alabar a Dios y bendecirnos unos a otros, tal y como Jesús nos bendijo a nosotros, Sus hijos.
Con un corazón lleno de la Palabra de Dios, en la oración, en la Eucaristía, en el rezo a María Virgen fortalecemos todo nuestro sistema; podemos discernir para bien cuando el demonio quiere apoderarse de nuestro pensamiento, o de nuestras acciones, porque somos capaces de escuchar la voz del Espíritu Santo que nos alienta a decir que no. Y es así como podremos controlar lo que hace nuestra mano derecha para que no sea motivo de pecado.
Propósito de hoy: Espíritu Santo, llename con tu amor y sabiduría para poder tomar buenas decisiones y no ofender a nadie ni con el pensamiento.