12 JUNIO: ES POR TU AMOR QUE LE DOY PLENITUD A MI VIDA.

Mateo 5, 17-19 “No he venido a abolir la ley, sino a darle plenitud”.

Jesús ha venido a darnos plenitud, a enseñarnos el valor del amor, a demostrarnos lo que significa perdonar; Él, en la cruz antes de morir le dijo a Su Padre: “Padre, perdónalos” y aún que lo mandamos matar, su infinita misericordia se apiadó de nosotros para ser perdonados y abrirnos el camino de salvación.

Así mismo, nos dice que debemos seguir los Mandamientos de la Ley de Dios, que por medio de Él, ha venido a darles plenitud, y promete cumplir hasta la más pequeña letra o coma de la ley, para nosotros también cumplirlos y poder ser grandes en el Reino de los cielos.

Lo que Jesús desea es que se cumpla la Palabra de Su Padre, porque en cada uno de los mandamientos encontramos respuestas a todo lo que nos rodea, lo que nos sucede, a todo lo que le tememos. El principal de todos es el primero, que nos invita a amar a Dios por sobre todas las cosas, con toda nuestra alma y todo nuestro ser y una vez aprendiendo a amar a Dios, podamos amar a los demás de la misma manera en que nos amamos a nosotros mismos. Y lo más interesante es que por medio del amor cumplimos los demás mandamientos. Sí, respetamos a nuestros padres por amor, no robamos ni mentimos porque amamos a los demás y no queremos causarles daño alguno; no deseamos tener lo que no es nuestro, como los bienes ajenos o la pareja del otro porque es por amor que respetamos a los amigos, a nuestros hermanos y le damos plenitud a los mandamientos que nos ha entregado Dios Padre.

Así como hizo Jesús, demos también ser testimonio del amor que Dios ha puesto en nuestros corazones para ser fieles a Su palabra y poder compartir la bondad y el perdón que llevamos en nuestro corazón.

Propósito de hoy: Padre, quiero ser testigo de tu amor y te pido que me lleves por el camino de Tu Verdad, para seguir tus mandamientos en todo momento.