30 DE MAYO: TE ENCUENTRO EN LA EUCARISTIA.

Marcos 14, 12-16 “Tomen, esto es mi cuerpo”.

Hoy celebramos la Solemnidad de Corpus Cristi, del Cuerpo de Cristo, del Corpus Domini y es la celebración de la Eucaristía, en que el pan y el vino, se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Última Cena que tuvo Jesús con sus discípulos en Jerusalén.

Jesús se nos da para que al comer de Su carne y beber de Su sangre nos llenemos de Su presencia de salvación para nosotros, para recibirlo como regalo en nuestro corazón. Esta es la nueva alianza que nos deja Jesús para liberarnos de nuestros pecados, recitando: “Esto es mi cuerpo…ésta es mi sangre de la nueva alianza, que es derramada por muchos”. Y aquí es donde sabemos que Jesús está en la Eucaristía.

Al asistir a misa, con un corazón arrepentido y recibimos a Cristo en el corazón, estamos recibiendo también el perdón de nuestros pecados, estamos prometiendo un nuevo comienzo para no caer en las tentaciones que nos agobian, purificamos nuestra alma con la intención de mejorar, de ser una persona nueva con Cristo como compañero del camino. Vivamos la Eucaristía con el sentido de pertenecer a Cristo Jesús, sabiendo que nos estamos entregando a Él para dejarlo ser la guía hacia el perdón y la misericordia.

Abramos paso al amor de Dios, que quiere dar fruto abundante en nuestra vida, para que seamos testimonios de que Jesús es vida y está presente al partir el pan, en la Eucaristía.

Propósito de hoy: Jesús mío, que estas en el altar, permíteme reconocerte al momento de recibir la comunión que has instituido para la salvación de mi alma.