10 DE ABRIL: TU LUZ ME LLEVA A LA VERDAD DE TU AMOR.

Juan 3, 16-21 “El que obra bien, conforme a la verdad se acerca a la luz”.

La luz de Jesús, es la luz de la verdad, es la que ilumina nuestra obscuridad cuando vemos en esa luz, la verdad de Dios. Y “el que obra el bien conforme a la verdad, se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios”, nos dice Juan en el Evangelio de hoy. 

¡Qué gran invitación se nos presenta este día! Ver la luz de Jesús para aligerar nuestra carga en el camino de nuestra vida. Cuando actuamos de manera equivocada, en contra de las enseñanzas de Dios, cometemos muchos atropellos. Le damos cabida a nuestra soberbia que en lugar de acercarnos a Dios, nos va alejando poco a poco; es como una bola de nieve, más rueda, más grande se hace y luego nos cuesta mucho trabajo detenerla, frenarla, y no podemos distinguir en qué momento nos salimos del camino. Sin embargo, cuando vamos por el camino de Dios, aun sabiendo que hay muchas tentaciones, sabemos también que es por medio de nuestra cercanía al bien, que fortalecemos nuestra voluntad, para pasar sobre estas tentaciones, en lugar de que ellas nos controlen la vida. Dios nos permite acercarnos a la luz, para dejar de vivir en las tinieblas, a escondidas, porque todo aquel que cree en su Hijo Jesucristo es propenso a vivir en la luz del amor.

Hemos escuchado a personas que dicen “Haz el bien sin mirar a quién” y ¡Qué difícil es! Suena sencillo, pero ¿Cuántas veces dejamos de hacer algo porque la persona en cuestión nos desagrada, porque no nos sentimos cómodos ayudándola? O tal vez, porque estamos ya cansados de tanto ayudar a la misma persona que jamas agradece el sacrificio que tal vez hacemos para poderle ayudar. O ¡Cuántas veces somos nosotros esa persona que no agradece! Eso también es obrar mal, porque agradecer es fundamental para las relaciones humanas positivas, es la manera en que demostramos que reconocemos el trabajo de otros y hacer el bien a los demás debe ser algo placentero, debemos sentirnos eficientes para que nuestra presencia sea siempre bienvenida en cualquier lugar.

Propósito de hoy: Padre, no permitas que jamás cambie tu luz por la obscuridad, para hacer el bien a todos los que pasan por mi vida en especial a los que caminan a mi lado.