8 DE ABRIL: ESTOY CONTIGO MARÍA, MADRE DE DIOS Y MÍA.

Solemnidad de la Anunciación del Señor. 

Lucas 1, 26-38 “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”.

¡Con mucha alegría vamos sintiendo el amor de María en nuestro corazón, al momento que entendió el mensaje del Ángel de Dios!: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios”.

“No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”.

Después del desconcierto de la aparición del Angel De Dios, María se rindió completamente al Señor: “Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho”. La entrega de María, el FIAT de María, el SÍ de María es nuestro gran ejemplo de virtud, ese de la mujer de Proverbios 31, “La mujer valiosa” a la que debemos querer imitar y en esa entrega aprender a vivir una vida donde seamos también portadoras de amor para nuestra familia y todo aquel que camina a nuestro lado. Que el amor de María nos acompañe a todos, hombres y mujeres porque todos somos llamados a ser virtuosos, a vivir en la gracia de Dios, a seguir los caminos trazados para cada uno con sus subidas y bajadas, siempre en el amor, el servicio y la bondad. 

Hoy que conmemoramos la Anunciación del Señor, conmemoremos el triunfo de la resurrección porque cuando María dijo que SÍ, comenzó esta hermosa historia de amor entre Dios y la humanidad en la figura de Su Hijo Jesucristo.

Bendecida sea por siempre Nuestra Madre la Bienaventurada y Santísima Virgen María, Madre de Jesucristo y de todos nosotros, para que siempre nos cubra con su Santísimo Manto como lo hizo con Su Hijo Jesucristo en la cruz.

Propósito de hoy: Padre, te pido que la Anunciación de Tu Hijo llegue también a lo profundo de mi corazón, para acompañar a mi madre María durante la espera de Su Hijo y que sienta que yo también estoy a su lado.