5 DE ABRIL: TÚ, ERES MI SEÑOR.

Juan 21, 1-14 “Es el Señor!”

Con cuánta alegría los discípulos que están en la pesca reconocen a Jesús, en el Mar de Tiberiades, que es el mismo Mar de Galilea hacia el sur, en la Ciudad de Tiberiades. Cuando Él les dice de qué lado pescar para que su pezca sea exitosa y abundante, uno de ellos lo reconoce exclamando “Es el Señor”. Y entonces nos damos cuenta que Jesús resucitado estaba entre ellos, como lo había prometido Dios Padre.

Que emocion nos causa encontrarnos con un amigo querido, ahora si ese amigo es Jesús, podemos ponernos en el lugar de los discípulos y sentir esa confirmación de fe, al verlo frente a nosotros. Jesús está presente con Su luz, para sacarnos de la obscuridad en la que a veces vivimos; Su Resurrección es el nuevo comienzo para nosotros, los que creemos en Él porque podemos decidir si vamos a recibir la Buena Nueva de la Resurrección del Señor, o si vamos a seguir ignorando que Dios esta junto a nosotros en el perdón y la misericordia.

Tenemos una invitación a empezar de nuevo, a sentirnos bendecidos con las bondades del amor de Dios y en ese amor nos podemos preparar para aprender a ser felices con lo que tenemos y orgullosos de la persona que somos en la actualidad. El Señor es quien nos acompaña en las buenas y en las malas y es quien nos ayuda fortaleciendo nuestra fe para dejarlo todo en Sus manos. Sí, sé que da mucho miedo, sin embargo, Jesús es siempre nuestra mejor opción cuando no sabemos que hacer. 

El Catecismo De la Iglesia Católica es un gran libro, donde podemos encontrar respuestas, dónde está la guía de la felicidad y el comportamiento humano, es un libro que viene de la Biblia y que resume lo que todos debemos conocer sobre la fe. Es por medio de las oraciones, los mandamientos y los sacramentos, entre otros temas, que reconocemos que Jesús es el Señor y que es siempre nuestra mejor opcion.

Sin miedo acerquemonos en la oración a Jesus, diciéndolele que sabemos que Él, es el Señor, nuestro Dios verdadero. Sin miedo vamos convirtiéndonos en parte de Su equipo, y ser Sus discípulos para continuar con esta gran labor permanente, de proclamar Su palabra de vida eterna.

Propósito de hoy: Permíteme estar cerca de ti, Jesús, y ser que ejemplo de servicio y de amor para los demás, como lo eres tú para mí.