15 DE FEBRERO: ME ACOMPAÑAS CUANDO SUFRO.

Lucas 9, 22-25 “Es necesario que el Hijo del hombre sufra”.

Pensar en el sufrimiento es algo que no nos gusta hacer y saber que Lucas nos dice en el Evangelio de hoy que Jesús estaba anunciando su propia vida, su muerte y su resurrección, es un acto de fe. El Hijo del hombre confía plenamente en el destino que Dios Padre ha trazado para Él, para que se cumpla su Palabra de vida eterna.

Y, nosotros, ¿Qué tan preparados estamos para aceptar nuestro destino? ¿Somos tan valientes como Jesús? ¿Tenemos su misma fe?

Y luego, Jesús le dice a la multitud que lo está escuchando: “Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga”. ¡Tomar nuestra cruz! Vaya que es tarea difícil, porque significa que aceptemos lo que está escrito para nosotros con amor, aún si es doloroso, o si no nos agrada, o si sabemos que vamos a sufrir. Queremos mejor pensar en cosas positivas ¿Verdad? Sin embargo, en el sufrimiento de Jesús podemos entender que al final del día llega la gloria, nos invade la gracia del amor que viene de Dios, porque Jesús en su muerte pidió perdón por nosotros sus hermanos y en su resurrección nos anunció la alegría de la esperanza en la vida eterna.

Esforzarnos para que las cosas salgan bien y caminar con Dios en nuestro corazón, es una mezcla de ingredientes que nos ayudan a salir adelante. Solos no podemos hacerlo, ya que muchas veces en ese esfuerzo hay dolor, hay penas y angustias que solo de la mano de Dios podremos aceptar.

Después de la tormenta, sale el sol y nos ayuda a valorar lo que tenemos, lo que somos, lo que queremos lograr y lo que nos costó para llegar ahí. Sufrir es parte de la vida, pero cuando vivimos en oración, cuando tenemos fe, cuando creemos en Dios, esa parte de la vida vale mucho, porque se refleja en nuestra identidad y nos convierte en testimonio de Jesucristo, para gloria de cada uno de nosotros.

Propósito de hoy: Aceptar que el sufrimiento me acerca al perdón, porque es en el perdón, que me identifico con Jesús en la cruz.