29 DE ENERO: CONTIGO TODO EL TIEMPO.

Marcos 5, 1-20 “Jesús, Hijo de Dios Altísimo”.

Jesús, el Santo de Dios es quién se hace presente en nuestra vida cada vez que hacemos oración para pedir un milagro, o para agradecer haber sanado nuestras heridas.

Jesús acude a nosotros y pone a prueba nuestra fe constantemente, y cuando el demonio se nos acerca, Jesús nos reta para saber qué tanto estamos dispuestos a hacer por Él.

Ser personas valerosas nos ayuda a dar testimonio de que Dios existe. Cuando el demonio le dice a Jesús: “¿Has venido a destruirnos?” La respuesta siempre será que sí. Y es que Jesús también viene a nuestro encuentro cada vez que caemos en una tentación, viene a luchar con nosotros contra las drogas, contra el alcoholismo, contra la maldad; Él hace le frente al demonio, junto a nosotros cuando lo reconocemos como el Hijo de Dios, cuando sabemos que Él camina a nuestro lado, cuando confiamos en Él. Ir a misa el domingo es muy bueno, pero si creemos que con solo una hora a la semana vamos a sentir el amor de Dios en nuestro corazón, y se va a quedar ahí, estamos un tanto equivocados. Dios se hace presente en la Eucaristía, y nos alimenta cada vez que vamos a misa, pero una vez no es suficiente para crecer en nuestra fe. Debemos entender que amar a Jesús no es algo de una hora, no; amar a Jesús es sentirlo con el corazón, es entregarnos a Su voluntad con confianza, es hablar de Él todo el tiempo, es no negarlo cuando nos conviene; Jesús, es para toda la vida.

Nadie mejor para vencer al demonio que Jesucristo, pero tenemos que acercarnos a Él por medio de la oración, de la Eucaristía, de las obras de caridad, de nuestra buena voluntad para perdonar y pedir perdón, de la manera en que tratamos a los que nos rodean. Jesús, el amigo no nos abandona y nos pide que nosotros tampoco lo abandonemos a Él. Quiere que caminemos juntos para alcanzar la felicidad que nos da Su verdad y poder compartir con los demás ese amor infinito que Él nos demuestra cada vez que lo reconocemos como el Hijo de Dios.

Propósito de hoy: Quiero darme cuenta que Tú caminas siempre a mi lado, Jesús, permíteme verte y sentirte dentro de mi corazón.