17 DE ENERO: SIEMPRE ES UN BUEN DÍA.

Marcos 3, 1-6 “Comenzaron a hacer planes, para matar a Jesús”

¿Te has dado cuenta que cuando haces algo bueno, generas muchas envidias? Hay personas que se atreven a decir “yo lo hubiera hecho mejor”, y no aceptan que hicimos las cosas bien. ¿Por qué somos así? Es una buena pregunta.

Desde chicos nos enseñan a vivir en constante competencia, empezando con la comparación errónea que los padres hacen entre los hijos: “ tu hermano es mejor”, “no te dejes vencer, gánale a tu hermana”, “mira, él es más rápido que tú” y desde ese momento empezamos a sentir envidia y queremos ganar a toda costa sin importar si hacemos trampa o no. ¿Tus padres fueron así? ¿Tú haces eso con tus hijos? ¡Que difícil! ¿Verdad? Porque a veces romper patrones nos cuesta mucho trabajo, sin embargo por el bien emocional de nuestros hijos, debemos hacer un alto para darnos cuenta del daño que les hacemos y reconocer el bien en los demás sin sentir odio, o miedo, o rencor,  para en un futuro no actuar con resentimiento en contra de quién actúa como Jesús.

El Evangelio de Marcos nos relata cómo nuevamente, Jesús sana a un hombre en sábado, día prohibido por la ley porque era un día de descanso, pero voltea y dice: “¿Se puede salvar la vida a un hombre en sábado, o hay que dejarlo morir?” Y la respuesta de los fariseos, del pueblo, es ¡planear cómo deshacerse de Él! Y el problema es que Jesús con su bondad y su poder divino de sanación les estorba, lo envidian, no les agrada, porque constantemente está haciendo el bien, sin importar hacer enojar a los más poderosos, o al gobierno, o a los que le tienen miedo porque sana en sábado, que es como ir a trabajar el domingo, que es día de descanso y para Dios.

Pero me pregunto si Jesús cura y sana almas y saca demonios para quitar el dolor a tantas personas, ¿Acaso no debemos como comunidad, alegrarnos? Seremos menos personas enfermas. El problema es que cuando no conocemos a Dios, dudamos de todo; cuando no reconocemos a Jesús como el mismo Dios, nos da miedo saber que un hombre pueda tener el poder de Dios, y eso sigue siendo un tema de actualidad, porque seguimos sin creer en el Hijo de Dios.

Aprendamos a orar para aumentar nuestra fe, y darnos cuenta que Jesús es amor, es bondad, es misericordia y que no importa si le pedimos que nos ayude en un sábado, Él va a correr a ayudarnos porque es más importante sanar, que dejar morir.

Propósito de hoy: Jesús, dame la inteligencia de saber escuchar tu voz, de no juzgar a los demás y de reconocer cuando sus acciones son buenas, por que están siendo testigos de tu amor, para también serlo yo.