21 DE NOVIEMBRE: CORRO HACIA TI.

Lucas 19, 1-10 “Corrió y se subió a un árbol para verlo”.
!Para ver a Jesús!
Me imagino la escena del Evangelio de Lucas con este hombre de bajita estatura, subiendo al árbol y a Jesús que sabiendo que estaba ahí, volteando hacia arriba para verlo y hablarle. Una escena conmovedora, como aquella de la Hemorroiza que solo con tocar el manto de Jesús, sabía que Él la sanaría. Estamos hablando de demostraciones de fe.
¿Cómo podemos hacerle ver a Jesús que creemos en Él? Bueno, de seguro Él conoce tu corazón y el mío y el de todos sus hijos y reconoce nuestra fe siempre. Sin embargo, si queremos un hecho podemos reflejar nuestra fe por medio de la oración, asistiendo a misa, siendo bondadosos y serviciales con otros y así, recordando las bienaventuranzas que son el rostro de Jesús. Nuestras actitudes como cristianos toman importancia, empezamos a preocuparnos por otros y actuamos por compasión en la misericordia del amor de Dios y eso nos da esperanza y nos invita a ser personas de bien.
De esta manera Jesús entra a nuestra casa, que es nuestro corazón. Él quiere que nosotros podamos reconocerlo y que en ese amor, podamos duplicar nuestro deseo de servicio por esa compasión que nos llega de Él y que significa amor en nuestra forma de ser para ayudar a los que más necesitan de la presencia de Dios en sus vidas.
¿Qué podemos hacer para ver a Jesús? Podemos ser testimonio de su amor, por medio de nuestras acciones.
Propósito de hoy: Que mi forma de ser siempre me lleve hacia Dios.