30 DE OCTUBRE: ESTOY ARREPENTIDA.

Lucas 13, 10-17 “Mujer, quedas libre de tu enfermedad”

18 demonios, nos dice el Evangelio de Lucas, que tenía esta mujer dentro de ella. ¿Podemos imaginar cómo es tener al demonio dentro de nosotros? Bueno, eso se los dejo a su imaginación porque no habría palabras para expresarlo con certeza. Lo que si puedo decir es que Jesús sanó a ésta mujer y lo primero que hizo ella, fue alabar a Dios.

Cuando estamos muy enojados y le gritamos a los demás sin merecerlo, solo damos testimonio del maligno que se ha apoderado de nosotros, de nuestra voluntad, de nuestro amor. O cuando queremos vengarnos de alguien y el odio y la ira entran a nuestro corazón, para destruir amistades y familias. O cuando en lugar de ayudar, destruimos, maltratamos, rompemos. Es cuando dejamos el amor de Dios fuera de nuestro alcance.

Pero, al igual que esta mujer arrepentida y llena de dolor se alegra al ver que Jesús, es su salvador y la ayuda a sanar sacando los demonios que tenía, igual con nosotros, si nos acercamos a Dios con el dolor que nos causan nuestras acciones en contra de los demás y llenos de arrepentimiento, Él, va a tomar nuestra mano consolándonos y dándonos el perdón que nos libera del mal que hay en nuestro corazón.

Jesús vino a salvarnos, vino a traernos la paz por medio de su amor y si nosotros supiéramos atesorar ese amor, fuéramos felices y no estuviéramos en guerra, sí, en esta guerra de querer ser el mejor, de creer que la verdad nos pertenece y no querer escuchar razones más que las nuestras; en guerras de poder, donde la avaricia reina ante la prudencia y la humildad, que buscan una reconciliación.

Con fe, vamos pidiéndole a Dios que nos escuche, que nos permita aprender a orar y en oración aprender a perdonar, porque no somos perfectos y lastimamos a los demás y necesitamos tanto la oración para saber salir adelante y vivir como hermanos, ayudándonos, protegiéndonos y principalmente amándonos con sencillez y honestidad.

Propósito de hoy: Aprender a escuchar a los demás, para poder entenderlos mejor y no lastimarlos con mi mala interpretación de sus palabras.