26 DE OCTUBRE: DIVIDIR ME DUELE.

Lucas 12, 49-53 “¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra?”

¡Sí! Y ¡Sí! Claro que pensamos que Jesús ha venido a traer paz a la tierra, pero, ¿Por qué no tenemos paz? Y si leemos este Evangelio de Lucas donde Jesús nos dice que vino a traer división, entre los pueblos y las familias ¿Cuál será el significado?

Estamos ante Dios, y Dios es amor y fortaleza y quién cree en Dios sabe valorar su amor que nos lleva a la paz. Sí, a la paz que tanto necesitamos, esa paz que ofrecemos cada uno de nosotros cuando respetamos a los demás y no hacemos una diferencia cuando por su manera de pensar, o de actuar, o de vestir, son distintos a nosotros. Todos tenemos el derecho de vivir nuestra vida a nuestro gusto y es ahí donde elegimos dividirnos, es ahí donde Jesucristo nos dice que habrá división, entre los que creemos y tenemos fe en Dios y entre los que viven pensando en guerras y violencia y venganza.

La división se crea por las decisiones que tomamos cada uno de nosotros, Dios nos ofrece su verdad y nos hace fuertes cuando la conocemos, cuando vivimos para los demás deseando crear espacios de convivencia saludable y pacífica. Las complicaciones que hay entre hermanos, padres, suegros, amigos y entre todos las crea nuestra indiferencia, como cuando ya se nos hace normal ver indigentes en la calle, o que hoy amanecieron 50 mujeres más muertas en nuestro estado, o cuando consumir droga ya es algo que todos pueden hacer sin ser recriminados. Nos hemos hecho ciegos ante el dolor de los demás y a veces lo queremos tapar no con la oración pero sí con la agresión y ahí no está Dios, ahí es donde Dios divide, donde quiere protegernos a todos, donde le duele vernos pelear y luchar por obtener poder y decir que somos los más fuertes; cuando la verdadera fortaleza es Jesús en la cruz, ahí pidiendo perdón por nosotros, enseñándonos a amarnos los unos a los otros al dejarnos a su Madre María como nuestra madre, convirtiéndonos en sus hermanos de amor y de paz.

Jesús no divide, son nuestras decisiones tan equivocadas las que nos separan de quienes amamos.

Propósito de hoy: Dejar los celos, el rencor y la envidia fuera de mÍ y dejar que el amor de Dios sea lo que me hace fuerte para no estar dividido con las personas que son parte de mi vida.