21 DE SEPTIEMBRE: HOY VOY A CAMBIAR.

Mateo 9, 9-13 “Yo quiero misericordia y no sacrificios”

El pueblo perfecto no existe, el pueblo de Dios está lleno de pecadores como tú y como yo y es lo que nos convierte en un pueblo de esperanza, porque creemos que en Dios vamos a encontrar la salvación.

Misericordia. Sacrificio.

A veces cuando hacemos algo por alguien, decimos “me sacrifiqué por ti”. Vaya, que si te pusiste en una cruz y alguien te clavó a ella después de azotarte con un látigo, entonces si que puedes decir que fue un sacrifico.

Cuando hacemos algo por lo demás no debemos verlo como un sacrificio sino que debemos sentirnos alegres de imitar a Cristo por medio del servicio y hacerlo de buena gana, aún si nos cuesta trabajo. Hacer las cosas por amor, y si no es por amor que sea por compasión y misericordia, jamás por que estamos obligados.

En el corazón amoroso de Jesús encontramos virtudes que debemos aplicar a nuestra manera de ser. Él sabía escuchar a los demás, los alimentaba, los vestía, les daba de beber, él era un amigo y hermano y lo más importante es que en su sabiduría lo que más le valía era el perdón que una y otra vez otorgaba a su pueblo. Ayuda a tus padres por amor, a tu pareja y a tus hijos porque los amas, ve a visitar a tus abuelos con un corazón sonriente, en agradecimiento por su vida que dio pié a tu propia vida.

Somos pecadores y muchas veces el orgullo no nos permite pedir perdón ni perdonar; entonces no parecemos hijos de Dios. Vivimos con rencor y hasta presumimos haberle ganado al otro, haberlo humillado, o burlado porque era débil. ¿En dónde dejamos eso de ser buenos seres humanos?

Jesús acogió a todo aquel que creyó en él, como a nosotros que aún sin verlo nos recibe porque reconocemos que es el Hijo de Dios. Él no rechaza a ningún corazón arrepentido, su misericordia es tal que nos perdona una y otra vez. Dios  quiere que seamos como su Hijo, llenos de amor, de oración, de caridad y de fe para perdonar y aceptarnos unos a otros como nos acepta él.

Propósito de hoy: Caminaré con atención para ver de que manera trato a los demás y cambiar, si es necesario.