Mateo 25, 1-13 “Estén preparados porque no saben la hora ni el día”
Preparados para la llegada de Jesucristo nuestro Señor a nuestro corazón. Y ¿Sabes cuando es ese día?
¡HOY!
Mañana ya es tarde para empezar a prepararnos, porque es hoy cuando debemos llenarnos de fe, de caridad y de amor. Sabemos muy bien que si hay fe, pero falta caridad, jamás habrá amor. Porque la fe sin caridad no sirve de nada, necesitamos tener un corazón compasivo, misericordioso lleno de bondad por que es así como vamos a sentir el amor de Dios. La fe sin obras de amor, muere. Prepararnos para la venida De Cristo es tener una gran fe, actuar por amor para el bienestar de los demás, tener palabras de aliento para aquel que está solo y ayudar al que tiene necesidad.
Jesús en la cruz nos dio una muestra de amor como nunca antes habíamos conocido; ahí al momento de su muerte pidió por nosotros, tuvo compasión y misericordia al pedirle a Dios que nos perdonara, porque no sabíamos lo que hacíamos. Y seguimos igual, no sabemos lo que hacemos, vamos por la vida dando vueltas cayendo en las tentaciones que destrozan familias, en vicios que acaban con nosotros y en hábitos y costumbres que nos hacen perder nuestra escala de valores y le damos importancia a otras cosas que no nos ayudan a crecer y solo nos alejan de Dios.
Tenemos que ser conscientes de todas las gracias y dones que tenemos cada uno, porque es así como crecemos en el deseo de amar a Dios, de agradecerle por sus bendiciones, de querer ser ejemplo de virtud, de saber perdonar y pedir perdón. Prepararnos a un encuentro con Dios es cosa de todos los días, es estar listos para levantar al que se ha caído, de amar al que no conoce a Dios, de enseñar y aprender, de pedirle a Dios que nos ayude a crecer nuestra fe para tener caridad por los que tienen problemas mayores que los nuestros, para saber escuchar y ofrecer una mano amiga en la bondad y el servicio.
Entonces si, estaremos preparados para cada mañana recibir el amor de Dios en nuestro corazón.
Propósito de hoy: Quiero pedirle a Dios que me enseñe a orar para saber como preparar mi corazón para su llegada.