19 DE AGOSTO: QUIERO SER COMO UN NIÑO.

Mateo 19, 13-15 “Dejen a los niños y nos les impidan que se acerquen a mí”

¿Qué nos dice este evangelio? Que todo el que sea como un niño entrará en el Reino de los cielos.

Ser como un niño. ¿Cómo son los niños, aparte de traviesos? Son abiertos, directos, alegres por naturaleza, viven sin miedo, dicen la verdad, no conocen el odio, saben del amor cuando abrazan a sus padres, conocen la amistad verdadera porque desconocen la traición. Un niño es aventurado, honesto, camina con seguridad porque sabe que es protegido, cuidado y  amado. ¡Eso es un niño! Es noble de corazón.

Un niño es la imagen de la verdad de Dios.

Y cuando un niño no es así, es porque un adulto le ha enseñado a ser como él. El ser humano no nace sabiendo odiar, ni conoce la venganza, mucho menos el pecado; esas son actitudes aprendidas y se dan por muchos motivos, el principal es la falta del amor de Jesucristo en nuestra vida.

En realidad no conocemos a Dios. Vamos a misa 1 hora a la semana  y creemos que ya lo hemos aprendido todo; y cuando conocemos a Dios, somos conscientes de los errores que cometemos, de las faltas hacia nuestros hermanos, del dolor que le causamos a los demás y podemos arrepentirnos y pedir perdón.

Los adultos, cuando lastimamos a alguien, o somos groseros con los demás, cuando nuestra arrogancia nos llena de orgullo y egoísmo, o cuando traicionamos ¿Pedimos perdón al instante? O nos gusta sentirnos poderosos por el mal que hicimos y tal vez ni siquiera nos arrepentimos. ¿Qué es lo primero que hace un niño cuando hace llorar a otro niño? Le pide perdón.

A eso se refiere Jesucristo, a ser como niños en el perdón, en la verdad, en la inocencia de saber cuando hacemos algo incorrecto y pedir una disculpa, arrepentirnos, corregir nuestras acciones. Ser como un niño, es aceptar con valor nuestro comportamiento, es aprender a dar sin esperar algo a cambio, es querer el bien de todos y hacer lo posible por vivir con alegría, es decir la verdad y no  mentir, es querer que todos tengamos amor en nuestro corazón.

Propósito de hoy: Quiero ser como un niño y pedirle perdón a quién he hecho sentir mal.