28 DE JULIO: NO SIENTO VERGÜENZA.

Mateo 13, 18-23 “Lo sembrado en tierra buena, representa a quienes oyen la palabra, la entienden y dan fruto”

Hace un par de días el Evangelio nos habló de la parábola del sembrador y hoy Jesús nos explica un poco en este Evangelio el significado de la siembra que hacemos en nuestro corazón y lo que vamos a ir cosechando en nuestra vida.

Los granos que caen a lo largo del camino de nuestra vida es para quienes sabemos escuchar la palabra de Dios y que solo la escuchamos pero no entendemos lo que significa y nos da vergüenza preguntar o investigar más a fondo sobre lo que escuchamos y en un arrebato, llega el diablo y nos distrae con algo mundano y hasta ahí llegó esa semilla. Cuando la semilla cae entre piedras, la palabra de Dios cae en nuestra mente y nos sentimos muy alegres y aceptamos lo que escuchamos pero no hacemos más:  -primero ve y haz las paces con tu hermano y luego regresa a mi casa-, nos dice Jesús y cuántas veces estamos enojados y fingimos que esa parte de las escrituras no es para nosotros y pretendemos no tener problema con nadie y seguimos asistiendo a la casa de Dios cegándonos a nuestra realidad, entonces no echamos raíces y la semilla muere. La siembra entre espinos se sofoca después de que escuchamos la palabra de Dios pero las tentaciones del mundo y nuestras propias preocupaciones nos aplastan y no damos ningún fruto con aquello que escuchamos con tanta atención.

Y la mejor siembra es aquella donde escuchamos la palabra de Dios, la oímos y la entendemos, la investigamos y la estudiamos  y lo principal es que la ponemos en práctica en  nuestra vida y es entonces cuando sembramos en tierra buena y damos buenos frutos, como el amor.

El primer lugar socialmente hablando, donde escuchamos la palabra de Dios es en la iglesia; tal vez es el único contacto que tenemos con Dios, porque muchos aún teniendo la Biblia en casa, jamás la consultamos. Una buena manera de hacer que se convierta en hábito usar esa Biblia que tenemos en casa, es que, después de la misa volvamos a leer las lecturas, el salmo y el Evangelio, si se puede en familia, o si prefieres -por eso de que te de vergüenza- leer solo y verás que encuentras una palabra amiga que te habla al corazón y al poco tiempo esa vergüenza de la semilla plantada en mal lugar, se va a convertir en un buen fruto con forme vayamos creciendo en nuestra fe.

Propósito de hoy: Sembrar amor para cosechar felicidad entre las personas con quien vivo y ser testimonio de Dios para los demás.