20 DE JULIO: SÉ QUE QUIERES LO MEJOR PARA MI.

Mateo 11, 28-30 “Aprendan de mi que soy humilde de corazón”

Humildad del corazón es saber ser sencillos como Jesús, es reconocer la buena nueva que nos trae con su amor, es saber aceptar que está aquí con nosotros para ayudarnos a cargar con los problemas de cada día, con las emociones rotas, con el trabajo que a veces nos agobia.

Aprender de Jesús es ser noble, tener fe, amar mucho, soportar el dolor que a veces vivimos sabiendo que Dios está tomando nuestra mano, aún si parece que no. Todo lo que nos causa un mal nos debe hacer crecer y la mano de Dios nos sostiene fortaleciéndonos cada vez más para sobre llevar eso que nos duele o lastima tanto.

Todo tiene una razón de ser. Para algo nos suceden cosas o se nos presentan situaciones difíciles que no entendemos en ese momento. Y al tiempo, vamos a voltear hacia atrás y saber que nuestra fe nos hizo salir adelante. Que por ese amor que recibimos de Dios y en quién ponemos nuestra confianza las cosas tomaron el camino que más nos convenía. Si, es cierto que a veces no es lo que queríamos, sin embargo era lo mejor para nosotros.

Ser como Jesús en humildad, es aceptar la vida según lo quiere Dios y ser felices porque Dios busca las maneras de tocar nuestro corazón y hacernos ver que nos ama y que está en todo momento presente en nuestro camino, cuando lo reconocemos y cuando le dejamos actuar en nosotros.

Propósito de hoy: Ayúdame Dios, a ver que estás siempre a mi lado.